Catastro identifica más de dos mil sitios eriazos con 3.200 hectáreas de terrenos para viviendas en Santiago

sitio eriazo santo domingo teatinos centro santiagoPor Manuel Valencia, El Mercurio.

Estudio de Colliers muestra la oferta de terrenos disponibles en la ciudad:

Por su parte, la Cámara de la Construcción dice que los paños bien integrados y viables para proyectos habitacionales “son muy escasos”.

Más de 3.200 hectáreas de terrenos disponibles en sitios eriazos se identifican en Santiago, según un estudio realizado por la consultora Colliers, a partir de antecedentes del Ministerio de Vivienda y Urbanismo.

Estos suelos, distribuidos en 2.050 paños, están localizados en 32 de las comunas del Gran Santiago. Los municipios que más tienen de estos terrenos son Lo Barnechea (510), Maipú (192) y Huechuraba (179). Por el otro lado, las que menos disponen de sitios eriazos son San Joaquín (1), Pedro Aguirre Cerda (2) y La Granja (3).

Precisamente, la generación de sitios eriazos en la ciudad es uno de los temas que busca enfrentar la nueva política de suelo que está trabajando el Consejo Nacional de Desarrollo Urbano. La instancia busca restringirlos mediante la exigencia de un nuevo pago de impuestos, para evitar la especulación de precios sobre estos terrenos y asegurar que en ellos se ejecuten construcciones.

Frente al análisis, el gerente de estudios de la Cámara Chilena de la Construcción, Javier Hurtado, señala que “se puede encontrar mucho suelo urbano en la ciudad, pero el tema es la normativa. Los que tienen una adecuada para la construcción son muy escasos. Hay muchos industriales, de precordillera con restricciones, suelos en terrenos de ferrocarriles que no tienen factibilidad”, opina.

Plan Regulador Metropolitano

El análisis de Colliers, además, aborda la situación de sitios eriazos ahora disponibles en las comunas que extienden su superficie urbana, con la aprobación de la modificación 100 al Plan Regulador Metropolitano de Santiago (PRMS 100).

En total, Cerro Navia, La Pintana, Maipú, Pudahuel y San Bernardo tienen 55 sitios eriazos en las zonas de expansión del límite urbano o de reconversión de suelo (industrial a residencial, por ejemplo). Las mismas comunas suman 1.774 hectáreas de terrenos incorporados a la ciudad, tras la aprobación del plan regulador.

“La ampliación del límite urbano por la modificación al plan regulador supone una mayor cantidad de oferta en segmentos medios de la demanda, entre tres a cuatro años, en el mediano plazo. No solo podría atraer demanda de la propia comuna, sino de otras localizaciones. Esto, no solo considerando la oferta privada sino también la inclusión de la vivienda social hacia sectores de mayor conectividad y accesibilidad con el centro de Santiago, sumando nuevas extensiones de área verde”, señala Carolina Arrau, investigadora de Colliers.

Pese a la generación de los nuevos suelos, según el estudio, a dos años de la aprobación del plan, no hay ingreso de proyectos de viviendas asociados a su modificación. “Estas comunas mantienen la misma oferta de proyectos anteriores y etapas nuevas de estos mismos que benefician sectores consolidados en los últimos tres a cuatros años”, añade Arrau.

Al respecto, Javier Hurtado, de la Cámara Chilena de la Construcción, dice que los suelos que genera el plan regulador están demorando mucho en implementarse. “Todo lo que pueda agilizar la factibilidad debe hacerse rápido. Hay que sacar reglamentaciones, con áreas verdes grandes, un urbanismo distinto y obligación de construir viviendas sociales”, dice.

El director del Laboratorio de Ciudad y Territorio de la Universidad Diego Portales, Genaro Cuadros, cree, por el contrario, que las exigencias para construir en las zonas que habilita el plan regulador “aún son bajas. No debe haber espacio para flexibilidades. El mercado inmobiliario está esperando ver qué pasa con los primeros proyectos que se aprueben para seguir con los demás. Por otra parte, el suelo que realmente se requiere es uno bien localizado para construir viviendas sociales en ellos. Ésa es la discusión más importante, más allá de lo que pueda pasar con los proyectos en las zonas de expansión”.

Ampliación
La última modificación al PRMS sumó terrenos para viviendas que no se han usado.