Construir ciclovías genera más empleos que crear infraestructura para automóviles
Cuando se habla de los beneficios de las bicicletas como medio de transporte, es común que se mencione que ayudan a descongestionar las calles, reducir la contaminación ambiental y acústica, y mejorar el estado de salud de los ciclistas, afirmaciones que dan cuenta de los efectos positivos de que en las ciudades más personas opten por la bicicleta.
Desde esta perspectiva, ¿qué hay de los beneficios económicos para una ciudad? De acuerdo a una investigación de la Universidad de Massachusetts, diseñar y construir infraestructura ciclista y para peatones genera más puestos de trabajo -directos, indirectos e inducidos- que en el caso de la infraestructura para automóviles.
¿Cómo se concluyó esto? A continuación te contamos.
El estudio fue realizado por el Instituto de Investigación Política Económica (PERI) de la Universidad de Massachusetts a partir de los datos de 58 proyectos elaborados por los Departamentos de Transporte de 11 ciudades de Estados Unidos (Anchorage/Alaska, Austin/Texas, Baltimore/Maryland, Bloomington/Indiana, Concord/New Hampshire, Eugene/Oregon, Houston/Texas, Lexington/Kentucky, Madison/Wisconsin, Santa Cruz/California y Seattle/Washington).
A partir de los presupuestos para cada uno, se determinó que por cada millón de dólares invertido en los proyectos de infraestructura ciclista, se crean en promedio 11,4 puestos de trabajo en el estado en donde se realizan. Al desglosar esto, se obtiene que 6 de los nuevos puestos de trabajo son directos, 2.4 corresponden a indirectos y 3 a inducidos. En el caso de la infraestructura para peatones en la misma relación, o sea por cada millón de dólares invertido, se generan 10 puestos de trabajo.
En contraste, cuando se trata de construir infraestructura para automóviles, ésta produce 7,8 puestos de trabajo cada US$1 millón invertido.
Para tener una idea de quiénes son los beneficiados, el estudio tomó en cuenta que los puestos de trabajo que se crean corresponden a la fase de diseño y construcción de la nueva infraestructura, pero no durante su mantenimiento ni uso.
En este sentido, los empleos directos corresponden a quienes trabajan en empresas de ingeniería y construcción, mientras que los indirectos a quienes trabajan en la cadena de suministros de las industrias, como en las fábricas de materiales y elaboración de señaléticas. Por último, los puestos de trabajo inducidos corresponden a quienes resultan beneficiados por los gastos que hacen los trabajadores directos e indirectos durante el desarrollo de la obra, como por ejemplo de alimentación.
Los proyectos que se analizaron consistían en crear nuevas carreteras y remodelar otras que incluyeran infraestructura para ciclistas y peatones. Asimismo, se evaluó el impacto en la creación de puestos de trabajo en la construcción de veredas y cruces peatonales.
Con los resultados de este estudio, las autoridades a cargo de tienen un nuevo motivo para impulsar la construcción de más infraestructura ciclista, no solo por los beneficios ambientales, de movilidad y sociales para la ciudad, sino que también económicos.
La investigación se puede descargar aquí.