Columna El Observador Urbano: “Santiago de Chile, un horizonte turístico”

columna el observador urbanoPor Miguel Laborde, El Mercurio.

Hay que agradecer a los presidentes que aportaron al Chile turístico, comenzando con Ibáñez del Campo y su plan para Viña del Mar. Arturo Alessandri tiene hitos pioneros, como el Gran Hotel Pucón, el de Puerto Varas y la Hostería Tejas Verdes. También inició el que sería el clásico urbano de la capital, el Hotel Carrera, aunque no alcanzó a inaugurarlo; este, junto al Crillón y al City, integró un trío de alta calidad hacia los años 40 y 50 del pasado siglo.

Siguiendo a Ibáñez, González Videla hará lo propio con La Serena, como polo turístico en línea con Peñuelas y La Herradura, con arquitectura neocolonial integrada y un excelente Hotel Francisco de Aguirre. En ese gobierno nacen el Gran Hotel Antofagasta -avance hacia el Norte Grande- y el primer hotel de Portillo -que abre la montaña-, ambos con apoyo o acción del Estado.

El gobierno de Jorge Alessandri incorpora a la Isla Grande de Chiloé, con celebradas obras de Emilio Duhart -las hosterías de Castro y Ancud-; y suma otra en un enclave turístico totalmente desconocido, Chañaral, con arquitectura de Bresciani, Castillo, Valdés y Huidobro.

En el gobierno de Frei Montalva, además de promover un hotel urbano moderno de Santiago, el Sheraton, se buscó avanzar más en el Norte Grande, hasta Arica e Iquique, con sendas hosterías proyectadas por Martín Lira, “el arquitecto de hoteles”. Con Pinochet se avanza en la dirección opuesta, al abrirse el extremo sur con la Carretera Austral.

La oferta en Santiago ha crecido, y mucho, pero sigue pendiente la gran infraestructura complementaria que le permita estar entre las tres líderes del turismo de reuniones en Sudamérica, las que hoy están en Brasil, Argentina y Colombia, aunque tengamos varias ventajas comparativas, en comunicaciones y seguridad, por ejemplo. Pero se necesitan varios lugares flexibles más, amplios como el Espacio Riesco.

Ginebra, Bruselas no eran ciudades de primera línea. Pero diseñaron una estrategia diferente, la de acoger organismos internacionales -con sus reuniones incesantes-, y con ello lograron un nivel que las hace figurar entre las de mejor calidad de vida en el mundo.

Europa sigue a la cabeza, pero las que aumentan son las diferentes. La mayoría de los turistas de negocios ha estado allá varias veces y su interés se ha desplazado hacia otras zonas, para conocer Dubái, Sydney o, eventualmente, ciudades de una América Latina que captaba apenas el 7% de las reuniones y hoy sobrepasa el 11%.

Estos son los desafíos típicos de los alcaldes mayores en todo el mundo, pero, como no tenemos uno, la responsabilidad recae directamente sobre el Estado, tal como se entendió en el siglo pasado.

En septiembre seremos sede de un encuentro mundial de turismo de reuniones, convocado por la International Congress and Convention Association, lo que es una muy buena noticia y abre otra oportunidad, justo en medio del sector relacionado.

Sitio del Santiago Convention Bureau: www.scb.cl

 Atraer foros y conferenciasEstos son los desafíos típicos de los alcaldes mayores en todo el mundo, pero, como no tenemos uno, la responsabilidad recae directamente sobre el Estado.