Autopista Central cumple 10 años y hace duro mea culpa por tacos

Por Francisco J. Fuentes, El Mercurio.

Concesionaria propuso un plan de mejoramientos viales y urbanos a la ciudad:

“Hace 10 años, las autopistas nacimos como una solución al déficit de infraestructura, pero somos parte del problema, y eso hay que revertirlo”, afirma el gerente general de la concesionaria.

Más de 3.300 millones de transacciones con tag, 1.100 millones de m2 de pavimentos reemplazados y más de 1.500 km de demarcación vial, que equivale a un viaje entre Santiago y Tocopilla, acumuló en sus primeros 10 años de existencia la Autopista Central, la primera de las vías concesionadas urbanas en iniciar operaciones.

Próxima a cumplir su primera década de vida el 1 de diciembre -la concesión expira en 2031-, la firma concesionaria asegura que alista una nueva etapa en materia de servicio y relación con la comunidad. “Hace 10 años, las autopistas nacimos como una solución al déficit de infraestructura que el país sufría, pero hoy, por la agudización de la congestión, somos parte del problema, y eso hay que revertirlo”, afirma el gerente general, Cristián Barrientos.

Y es que tras la apertura al uso público y al sistema de cobros remotos vía tag, en 2004, el sistema de concesiones ha experimentado diversos cambios, y hoy enfrenta su principal desafío: la agudización de los tacos y el crecimiento sostenido del parque automotor metropolitano.

Frente a ello, el ejecutivo plantea que “hoy aportamos al tema de la movilidad, pero no en forma óptima; entonces en este décimo aniversario estamos buscando pasar a una segunda etapa, en que buscamos liderar un cambio de foco, pasando a ser más propositivos y estando más cerca de las personas y la comunidad”.

Añade que “hoy nuestra mirada apunta a que en ese cambio las soluciones no solo estén dirigidas al auto en particular, sino que también resuelvan problemas para la ciudad, para el entorno urbano y la comunidad”, planteó. “Y eso, sin duda, que pueden cobrármelo más adelante”.

Para dar cuenta de que su discurso “no es solo cáscara”, Barrientos da cuenta de diversas iniciativas que Autopista Central ha emprendido en el marco de esta nueva mirada.

En los últimos años se cerró la brecha de 1,4 millones de metros cuadrados de áreas verdes, principalmente en Cerrillos y Lo Espejo. “Se trata de parques que hoy están plenamente integrados con la comunidad, pero eso no se ha logrado en todos los sectores, y muchos quedaron mal resueltos”, precisa.

Al respecto, añade que como concesionaria están presentando al MOP un plan de mejoramientos integrales que incluyen un parque en torno al nuevo puente Maipo, la eliminación del nudo Quilicura y otras diversas obras para mejorar la conectividad. También organizan un seminario con expertos mundiales para debatir el tema de los tacos.

Asegura que también están conscientes de que la congestión será el gran tema desde ahora en adelante. Según sus cálculos, si se ordenan en una fila todos los autos que se venden anualmente en Santiago (alrededor de 140 mil), la fila sería de 560 kilómetros lineales, con lo que se podría llegar directo a La Serena.

“Frente a eso, debemos reaccionar y enfrentar este problema con franqueza: el problema de la congestión hoy no se resuelve con mejoras en autopistas solamente, requerimos una mirada de más largo plazo”, planteó el ejecutivo.

La década en cifras

Un millón de vehículos usó la Autopista Central al menos una vez al mes durante la última década.

Tres son los pórticos que cruza en promedio un automovilista durante un viaje por esta vía concesionada.

48 mil asistencias en ruta realizó en la última década esta vía.