Cinco comunas no han construido ni una sola casa en los últimos 10 años

Por Manuel Valencia, El Mercurio.

Otras cinco han levantado menos de 15 viviendas, mientras Santiago ha sumado 114 mil:

General Lagos, Ollagüe, Laguna Blanca, San Gregorio y la Antártica han permanecido estáticas desde 2003, lo que da signos de su extinción, según expertos.

En diez años, cinco comunas del país han permanecido casi estáticas en el tiempo. General Lagos, Ollagüe, Laguna Blanca, San Gregorio y la Antártica no han edificado ni una sola casa. Una situación que se condice con la población que pierden progresivamente, censo tras censo.

A modo de ejemplo: según el catastro de población y vivienda de 2002, General Lagos tenía 1.179 habitantes y en el censo de 2012 arrojaba 739. Una baja similar experimentó San Gregorio, que pasó de 1.158 personas a 731. Incluso, la remota Antártica pasó de 130 a 127 residentes (ver infografía).

Estos datos los arrojan las estadísticas de los permisos de edificación del INE, procesados por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu). En este mismo análisis otras comunas muestran un leve crecimiento: es el caso de Guaitecas (Aysén) y Río Verde (Magallanes), que apenas sumaron dos, o de Sierra Gorda (Antofagasta), que construyó apenas 10 viviendas, una por año en la última década.

Más abajo siguen otras consideradas zonas aisladas según un reciente plan anunciado por el Gobierno, como Torres del Paine (12) y Putre (14).

La situación es radicalmente distinta a la de las comunas que encabezan el auge de viviendas en la última década, como Santiago, con 114.677 residencias que sumaron más de seis millones de metros cuadrados a la superficie construida del centro. Otras que destacan son Puente Alto (39.300), Maipú (37.932), Antofagasta (35.943) y Las Condes (33.825).

El subdirector del Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales de la Universidad Católica, Luis Fuentes, afirma que esta falta de viviendas permite anticipar una gradual extinción de estas comunas. “Son territorios que están perdiendo población, según el modelo de desarrollo que ha impulsado el país. Ofrecen pocas ventajas competitivas y se da un círculo vicioso: si hay poca inversión y los jóvenes las dejan para educarse o trabajar en otros lugares, comienzan a desaparecer. Y sin políticas de Estado, el proceso se acelera”, explica.

En el Minvu analizan la situación desde distintos ángulos, según la zona geográfica. Por ejemplo, en Putre, según la seremi de Vivienda de Arica, Gladys Acuña, “la situación se da porque existen escasos terrenos disponibles para construir y los requisitos para hacerlo, como contar con una red de alcantarillado, se solucionaron a fines de 2013. Además, otro ingrediente lo da la altura, que genera más costos y menos productividad en la construcción”, explica. Agrega que, de todas formas, Putre se prepara para un proyecto denominado Taapacamarka, para 33 familias.

En Magallanes, en tanto, el seremi Fernando Haro especifica que se da poca construcción “porque la ruralidad de acá es distinta, más atomizada. Son comunas que no han presentado demanda habitacional porque generan viviendas en la reconversión de otras o de las estancias”, afirma.