Vitacura, Providencia y Lo Barnechea modifican sistemas de reciclaje para evitar extravío de residuos

Por Manuel Valencia y Lucía Adriasola, El Mercurio.

Tras denuncia realizada por “El Mercurio”:

Además, el Ejecutivo ingresará indicación a proyecto de ley con sanciones a las empresas en caso de incumplimiento.

El reportaje de investigación realizado por “El Polígrafo” de “El Mercurio” puso en tela de juicio la confiabilidad del mercado del reciclaje instalado en las comunas de los sectores centro y oriente del Gran Santiago. En el trabajo de seguimiento, realizado con 10 dispositivos GPS escondidos en elementos depositados en cinco puntos limpios, solo cuatro fueron efectivamente reciclados, tres dejaron de emitir señales y otros tres terminaron en destinos curiosos, como una chatarrería informal o un botadero en una carretera.

“Lo que apareció en “El Mercurio” es preocupante, porque básicamente los ciudadanos que participan en estos sistemas concurren de buena fe a depositar residuos para reciclar. Noticias como las que conocimos en “El Mercurio” desincentivan a estas personas. Como ministerio, vamos a ser más cuidadosos en no entregar patrocinio a sistemas que no se preocupen de la trazabilidad”, dijo el ministro del Medio Ambiente, Pablo Badenier.

En específico, el secretario de Estado anunció medidas para formalizar los procesos de reciclaje. Para ello, se enviará una indicación al proyecto de ley de responsabilidad extendida del productor (REP), que busca hacer a las empresas responsables de gestionar sus residuos. Esta iniciativa apunta a convertirse en ley en 2015.

En la propuesta se buscará aplicar sanciones monetarias a los sistemas de reciclaje que no cumplan con dar efectivo seguimiento a los productos. “Esto busca formalizar más el sistema y dejar fuera situaciones marginales como las que se denunciaron, porque al margen de ellas hay algunos sistemas que funcionan muy bien, y tenemos que incentivarlos”, agregó.

Según el experto en reciclaje y gerente general de la empresa del rubro “TriCiclos”, Gonzalo Muñoz, “el mayor problema ocurre con los plásticos, donde existen cientos de tipos de polímeros, y algunos de ellos factibles de reconocer y reciclar. Si se pone un recipiente que se llame ‘plásticos’, la probabilidad más alta es que un gran porcentaje termine en la basura. Muchos de esos materiales requieren de un apoyo económico para poder reciclarse. Y como tirar basura en Chile es extremadamente barato, entonces a las personas les cuesta entender que un buen servicio de reciclaje, con trazabilidad, educación y eficiencia, sea más caro que tirar basura en una bolsa negra”.

Cambios en municipios

Además del Gobierno, algunos de los municipios consignados en el reportaje de “El Polígrafo” afinan cambios. Yesika Tsutsumi, directora de Aseo y Ornato de Vitacura, anunció que comprarán una balanza para pesar las cinco mil toneladas de productos que se envían a las distintas plantas de reciclaje.

En Providencia confirmaron que desde el 1 de noviembre se harán cargo de la recolección de residuos. Actualmente está a cargo de la empresa Starco, filial de KDM, compañía dueña de un relleno sanitario en Tiltil que declinó referirse al tema. Desde Lo Barnechea señalaron que se solicitará a Ecoser -la empresa que posee la concesión del punto limpio de la comuna- informes semanales o mensuales de su trabajo, además de comprar una romana para pesar los desechos.

Gerdau, en tanto, se defiende de las acusaciones de Vitacura (que denuncia un posible robo de chatarra afuera de su planta) señalando que eso no pudo ocurrir, ya que monitorea esos desechos en “todo momento”.

Batería de dispositivos GPS duraba unos 60 días

Con un chip de celular funcionaban los 10 artefactos de localización que llegaron a Chile el 23 de junio pasado. Luego de probar insertándolos dentro de diferentes envases y desechos (como microondas, tarros de conserva y envases de bebida), la tarde del 1 de agosto fueron depositados, junto con los productos reciclables, en los diferentes puntos limpios de Santiago, Providencia, Las Condes, Vitacura y Lo Barnechea. Para saber su ubicación, el equipo de “El Polígrafo” los llamaba (tenían un número celular) y automáticamente llegaba un mensaje de texto con sus coordenadas y una dirección web de googlemaps. Sus baterías tenían una duración de 60 días y vía mensaje de texto se los hacía “dormir” para maximizar su uso.