Zonas verdes y medidas contra calefactores: las deudas que dejó actual plan “antiesmog”

Por Manuel Valencia, El Mercurio. (26/07/14)

A 20 años de iniciarse la descontaminación por MP10.

Expertos destacan que prácticamente eliminó los vehículos no catalíticos, pero dicen que no todas sus medidas se cumplieron.

Hace 25 años, esmog era una palabra casi desconocida para los santiaguinos. Las noticias de la época alarmaban a los habitantes de la capital con la amenazante y recurrente imagen de una nube negra. Una emergencia ambiental en 1990 fue la que generó el primer plan de descontaminación, que tuvo sus primeras medidas en 1991 y se consolidó hacia 1994. Buscaba reducir los índices de material particulado grueso (MP10), que por entonces triplicaba la norma ambiental: alcanzaba 69 microgramos de partículas por metro cúbico (ug/m3).

Entre las medidas del plan, que costó US$ 900 millones (US$ 110 millones más que el próximo, por MP2,5), se planteó transformar el parque vehicular, reconvertir buses y reducir las emisiones de las industrias. Objetivos que a 20 años de lanzada la estrategia se lograron: hoy el parque de vehículos sin convertidor catalítico llega a menos 70 mil (1%) y las fuentes de emisión fija (termoeléctricas y fábricas, entre otras) están reguladas por diversas normas. Según el subsecretario de Medio Ambiente, Marcelo Mena, “es clave la transformación del Transantiago, el recambio del parque de vehículos. Hoy en Santiago son más limpios que en cualquier ciudad de latinoamericana”.

Pero la autoridad admite que hay medidas consideradas en el plan que no lograron implementarse del todo. “Quedó pendiente la zona verde o de baja emisión dentro de Américo Vespucio. No se contemplaron incentivos correctos para permitir que algunos vehículos, con ciertas categorías de emisión, entraran al anillo de Américo Vespucio. Hay que profundizarlo en este nuevo plan. Lo otro que no se cumplió fue el recambio de calefactores, que se postergó fruto de presiones varias, y recién se concretará este año”, añade.

Para el especialista en contaminación atmosférica Marcelo Fernández, el estándar que planteó el plan actual “deja el desafío de ir más allá. Tenemos un Transantiago que dejó atrás a los buses contaminantes, lo mismo que logró el recambio del parque de no catalíticos. Hoy circulan vehículos los más limpios de Chile”, asegura.

Efecto de las medidas en México

Ciudad de México ha sido el símbolo de una ciudad latinoamericana “ahogada” en contaminación. Para enfrentar las emisiones de material particulado fino, el 1 de julio pasado entraron en vigor las restricciones a la circulación para vehículos con más de 15 años. La disposición, formulada por el centro del Premio Nobel de Química, Mario Molina (el mismo que las hizo en el informe técnico entregado al Ministerio de Medio Ambiente chileno) desató una serie de manifestaciones y bloqueos de grupos de comerciantes, que finalmente fueron compensados con permisos para circular en determinados horarios. Paralelamente, este lunes el gobierno inició el cambio de convertidores catalíticos de forma gratuita, de cerca de 160 mil vehículos. En cuatro días lo han hecho 500 y, según ha informado el gobierno, muchos ciudadanos comenzaron a cambiarlos, aun cuando han debido pagar por ello.