Alud de rocas sobre la Ruta Austral aísla a Villa O’Higgins

Por Soledad Neira F., El Mercurio.

Hay 550 habitantes incomunicados con el resto de la Región de Aysén:

Unos 5.000 m {+3} de troncos y roca cayeron sobre la Carretera Austral, lo que ha impedido el tránsito y el abastecimiento hacia el pequeño poblado.

“Estamos completamente aislados y el cerro sigue desprendiéndose”, dice, atribulado, el alcalde de Villa O’Higgins, Roberto Recabal, luego de constatar la magnitud de un alud de rocas que bloqueó completamente la Carretera Austral, 35 kilómetros al norte de esa localidad, en el extremo sur de la Región de Aysén.

El derrumbe se habría producido la noche del sábado o madrugada del domingo, pero quedó al descubierto ayer cuando pobladores se dirigían a tomar la barcaza en el Fiordo Mitchell.

“Son casi 5.000 m {+3} de enormes rocas que cayeron sobre el camino e impiden completamente el paso de vehículos”, describe Recabal, basado en una estimación de Vialidad.

“Venía un bus con 25 escolares que habían competido en Tortel y tuvieron que cruzar caminando encima de las rocas, de a uno, para hacer trasbordo a otro bus”, explica el presidente de la Junta de Vecinos N° 1, René Guzmán.

Intensas lluvias en los últimos días generaron, además, otros derrumbes menores en la ruta a Cochrane, distante 230 kilómetros al norte de allí.

Ahora están a la espera de que personal de Vialidad envíe maquinaria pesada desde Coyhaique, a 500 kilómetros de distancia, “y principalmente explosivos, porque de otra forma no se podrá despejar”, dice Recabal.

A unos 2.500 km al sur de Santiago, con 550 habitantes, Villa O’Higgins es la comuna más austral y aislada de la Región de Aysén. “Aquí termina la Carretera Austral”, remarca el edil.

“Esto agudiza aún más el problema de abastecimiento de gas y combustibles que tenemos hace un mes y dos días, exactamente”, informa Recabal.

“Nos quedamos sin combustibles porque el privado que abastece a la zona no tiene la obligación de hacerlo. Es un servicio totalmente irregular”, recalca.

“Hemos pedido que el gobierno regional nos compre un camión que cargue unos 5 mil litros, que costaba 33 millones de pesos, con dos estanques compartidos. Lo presentamos a Energía y Minería, pero no ha pasado nada”, agrega Recabal.

“Tenemos un tremendo potencial turístico, pero problemas graves de conectividad, de telefonía, de internet. Tenemos que apagar todos los computadores del municipio para subir información a la web. Y pagamos 1,2 millones mensuales por un servicio horrible”, enfatiza Recabal.

“Es súper complicado. Más de un mes sin combustible es una cosa inaceptable. Las autoridades tienen que recordar que somos la comuna más austral de la región y necesitamos que apoyen el poblamiento con acciones concretas”, agrega Guzmán.

Los más perjudicados, coinciden el alcalde y Guzmán, son los habitantes del Lago O’Higgins, “ellos están haciendo soberanía y están sin combustibles hace un mes y con las condiciones climáticas que tenemos, no podemos estar sin combustibles”, explica el alcalde.

El edil lo resume en un solo hecho: “Tan aislados que hace 19 años que no nacen niños en Villa O’Higgins. Ningún médico quiere venir aquí”.

PROBLEMA

“Esto agudiza el problema de abastecimiento”, afirma el alcalde Roberto Recabal.