Ñuñoa se niega a tener un “elefante blanco”

Por Sergio Rodríguez y Gabriela Sandoval, La Tercera. (03/05/14)

El edificio para una clínica fue terminado en 2012, pero el gobierno anterior desestimó implementarlo. En marzo pasado nadie postuló a una nueva licitación, por lo que el municipio resolvió terminarlo por su cuenta, con una primera etapa en mayo de 2015. El periplo continúa.

Camiones, grúas y obreros. Meses de ruido, desde julio de 2011 hasta mediados de 2012. Y de pronto, allí estaba. Grande. Blanco. Con carteles de “no estacionar” y “salida de ambulancia”. El edificio para la Clínica de Ñuñoa se hacía notar. Sólo faltaba llenarlo. Implementarlo. Pero de eso ya han pasado casi dos años. “Ahora sí va a salir y va a ser bueno para todos”, dice, esperanzada, Sonia Romero, vecina de esta mole de 23 mil 300 metros cuadrados, que sigue impecable. E inhabitada.

Se trata de uno de los sueños del alcalde Pedro Sabat. “El corolario de mi carrera pública”, subraya él mismo. Y agrega un desafío: “Si no se pudo de otra manera, lo vamos a terminar nosotros, aproximadamente en mayo del próximo año (2015), para la primera etapa”.

Ubicada en Av. Grecia, entre Juan Moya y Los Jardines, esta estructura, concebida como establecimiento sanitario, fue ideada allá por el año 2004. Su diseño contempla la habilitación de más de 150 camas, pabellones quirúrgicos y unidades críticas y de urgencia. Tiene cinco pisos y dos subterráneos. Su costo de construcción, según informan en la propia municipalidad, “implicó una inversión de “$ 4.500 millones”. Casi ocho millones de dólares actuales.

“Siempre ha estado limpio e iluminado, y con el pasto bien cortado; nunca han llegado vándalos”, cuenta Jorge Uzziel, vecino.

Patricio Roda es uno de sus vigilantes. “Aquí todo está impecable y, además, adentro hay vehículos de seguridad ciudadana”, destaca, apuntando a una de las camionetas amarillas y al solitario orden que reina por sus veredas.

Katty González, presidenta de la Unión de Juntas de Vecinos de Ñuñoa, atiza el nuevo envión: “Se ha demorado, pero lo único que queremos es que resulte, para poder atendernos cerca de la casa”.

El periplo de este proyecto ha sorteado críticas y recursos de protección. El 15 de junio de 2011, el decreto municipal Nº 888 aprobó su entrega, como comodato, al Servicio de Salud Metropolitano Oriente. Decisión que el 23 de septiembre del año pasado fue revocada por otro decreto, el Nº 1559. Una fuente del Ministerio de Salud del gobierno anterior, indica que “el Minsal sí lo quería, pero no se aprobó el presupuesto por parte de Hacienda y, fundamentalmente, en el Ministerio de Planificación, que consideró el proyecto como ambiguo”. Supuestamente, la implementación médica del edificio costaba 20 millones de dólares.

“Esto pudo ser un nuevo elefante blanco (ver recuadro). Estuvo parado más de un año, y para nada, pero saldrá adelante”, asegura el alcalde Sabat, sin desconocer nuevos tropiezos, como el reciente llamado a licitación para isapres y firmas médicas que pudiesen administrarlo. Fue el 27 de marzo pasado. Nadie postuló.

En el municipio insisten en que la obra está completa, con todos sus permisos aprobados y vigentes. “Finalmente, nosotros mismos encargamos nuevos estudios y destinaremos alrededor de $ 5 mil millones para habilitar una primera etapa, con un subterráneo y dos pisos para traumatología, radiología y otras especialidades. Y el Servicio de Salud Oriente nos apoyará con la Urgencia. Esperamos tenerlo operativo en mayo de 2015”, cuenta Sabat.

En la dirección de aquel servicio de salud expresaron su “disposición colaborar con los proyectos para establecimientos de salud que tiene Ñuñoa, en especial en lo técnico, ámbito en el que el siempre se ha trabajado con la dirección de salud de ese municipio”.

Por ahora, el edificio espera.

Ex Hospital Militar: actual sede del Félix Bulnes

El ex Hospital Militar, mítico edificio de la avenida Holanda, en la comuna de Providencia, amenazó hace pocos años con convertirse en una construcción deshabitada, luego del traslado de sus instalaciones a La Reina. Sin embargo, actualmente funciona como una sede del Hospital Clínico Félix Bulnes.

La construcción, de todos modos, aún le pertenece al Ejército. “El ex Hospital Militar fue entregado el año 2009 en comodato al Ministerio de Salud, con sus instalaciones funcionando”, se informó en esta rama castrense. Agregan que el comodato se renueva anualmente.

Hace pocos meses, además, se trasladó desde sus dependencias la última etapa del Hospital Metropolitano. Hoy sólo quedan algunas piezas y pabellones en proyecto de ser reacondicionadas.