Análisis revela que las ciclovías comienzan a mostrar congestión

Por Francisco J. Fuentes, El Mercurio. (20/04/14)

Falta de estándar y conflicto por el espacio impiden tránsito continuo en estas rutas:

Datos recogidos por contadores electrónicos señalan que los ejes Andrés Bello, Pocuro-Antonio Varas y Curicó son los trazados con mayor demanda en la capital.

Donato Tarantola (29) suele utilizar su bicicleta para ir al trabajo. Con frecuencia, va desde su hogar en el centro de Santiago hasta su oficina en Vitacura. “Uso la ciclovía recreativa del parque Uruguay, en donde a menudo me toca compartir el espacio con peatones. Luego, frente al puente La Concepción, debo cruzar hasta Santa María, cuya pista es más rápida y expedita. Sin embargo, solo llega hasta el puente Tajamar, donde tengo que volver, por obligación, a Andrés Bello, donde la superficie de la pista no está nivelada y genera severos vaivenes cada dos metros. Entonces no queda otra que pedalear por la vereda o por la pista de los autos”, dice.

Su relato refleja el principal cuestionamiento que hacen los usuarios de las pistas exclusivas para bicicletas: el estándar de las actuales impide la circulación segura y continua, lo que ralentiza el viaje y genera roces entre los mismos ciclistas que finalmente optan por pasarse a la calle.

Según el programa de conteo y mediciones exactas efectuadas con equipos electrónicos especializados de la firma Tecnología Sustentable, la falta de continuidad, reglamentación e información clara durante el trayecto, además del reducido espacio para maniobrar están obligando a los usuarios a competir entre sí y con los peatones por el espacio, lo que comienza a generar los primeros signos de “bici-congestión” en la capital.

Según estas mediciones, ciclorrutas como Andrés Bello, Pocuro y Antonio Varas generan demandas que superan los 3.500 usuarios diarios, y llegan hasta los 5.000 en el primer caso, con peaks de hasta 600 bicicletas por hora (ver infografía).

Según Hernán Silva, gerente de la firma especialista en este tipo de mediciones de flujo, “cuando se superan las 300 bicis por hora en un mismo sentido se producen trenes de pedaleros y producto de ello, algunos ciclistas abandonan la ciclovía para desplazarse a las veredas o calzadas, generándose con ello situaciones de riesgo de accidentes con peatones o autos”.

Añade que “ese elemento lo denominamos ‘umbral de riesgo'”, que se da cuando la congestión obliga al ciclista a cambiar de pista. “Un dato empírico que revela en terreno el nivel de saturación en la ciclovía a partir de las 300 bicicletas por hora-sentido”, dice Hernán Silva.

Claudio Olivares, director de Bicivilízate, sostiene que “los datos son indiscutibles, pero hay un diseño deficiente de las ciclovías actuales y que fueron construidas en los ’90”.

El especialista en análisis de transporte y director de Urbano Proyectos, Andrés Villaseca, opinó que lo complejo de la situación radica en que el aumento de ocupación en ciclovías afecta al transporte público mayormente, puesto que el ciclista fue un usuario de bus y no de auto.

Rosas, la nueva generación

* El sábado 5 de abril , la alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá, inauguró la primera ciclovía destinada a nivelar el estándar santiaguino con el mundial.

* Cuenta con trazado dentro de la calzada, semáforos especiales para los usuarios y pistas de casi dos metros de ancho.