Senderistas exploran los secretos de la noche en el Parque Metropolitano

Por IGNACIO ARAYA, El Mercurio

Proyectan trekking al amanecer en la precordillera:

La caminata nocturna por el cerro toma fuerza como una opción para conectarse con la naturaleza dentro de Santiago.

Con el término de las vacaciones, Santiago vuelve a su rutina normal de ruidos, tacos y smog. Sin embargo, existe la opción de conectarse con la naturaleza, aprovechar un momento de meditación y relajo, todo dentro de la misma ciudad. Se trata del senderismo nocturno, que cada sábado reúne a decenas de personas para subir el cerro San Cristóbal. Los visitantes tienen el privilegio de disfrutar la noche en el Parque Metropolitano, en horas en que está cerrado para el público en general.

La travesía dura tres horas y recorre los senderos habilitados entre la vegetación del parque, liderados por un guía que se detiene en estaciones para narrar historias relacionadas con el lugar, como el significado de la luna para los pueblos originarios de Chile, mostrar la flora chilena a través de las araucarias, o por qué el cerro San Cristóbal se llama así. “Hay rutas que uno no conoce, se siente la mística de la noche y hasta puedes ver los animales que viven ahí”, cuenta Óscar Silva, deportista que usualmente hace trekking en el parque, pero nunca de noche.

“Yo vengo en invierno y verano a subir el cerro de noche”, dice Carla Mayorga, miembro de la expedición. “El silencio que hay acá lo hace especial”, cuenta. A la hora y media de ascenso, los visitantes alcanzan el anfiteatro Pablo Neruda y se encuentran con una majestuosa vista del Santiago nocturno.

Tras las fotos de rigor, la caravana vuelve a perderse entre los arbustos para regresar a la salida de calle Pedro de Valdivia. La profesora de educación física Daniela Ferro, gestora del proyecto Aluprán, señala que el parque no se aprovecha de noche, pese a que solo se debe pedir permiso para utilizarlo. “La gente, luego lo agradece, porque se da cuenta de que todo está acá, en pleno centro de la ciudad. Después ven a Santiago desde otro punto de vista”, dice.

Descubrir el alba

La idea de Ferro es aumentar la experiencia para los senderistas nocturnos, proyectando un recorrido que incluye ver el amanecer de la capital, pero ahora desde la precordillera, en el Parque Cantalao. “Se acampa desde las diez de la noche, y a las cinco de la mañana comienza el trekking para llegar al mirador y ver el amanecer”, indica Ferro, cuya primera salida se programa para fines de mes.

La caminata durará una hora y media, y tras una meditación para recibir los primeros rayos de sol, la expedición deberá iniciar el regreso al inevitable y cotidiano ruido de la ciudad.

RECORRIDO

El camino cubre parte de los ocho kilómetros del “Sendero de las Grandes Travesías”, del Sendero de Chile.