Alcaldes de zonas golpeadas por 27-F hacen positivo balance

Por S. Henríquez y M. Silva, El Mercurio.

Ciudades vuelven a ser pujantes:

En Talcahuano, Tomé, Constitución y Juan Fernández reconocen avances.

“El terremoto nos golpeó duro. No solo tuvimos víctimas fatales y casas destruidas: la ciudad llegó a tener un 30% de desempleo”, cuenta el alcalde de Talcahuano, Gastón Saavedra, sobre una de las ciudades más golpeadas por el 27-F.

Hace cuatro años, el puerto dejó de funcionar y las principales industrias -la siderúrgica Huachipato y los astilleros de la Armada- tuvieron que parar por reparaciones. Una treintena de embarcaciones vararon en las calles del centro y 33 personas murieron.

Hoy, Saavedra valora los avances de la reconstrucción, aunque reconoce que ha sido difícil. “Ha sido un proceso poco halagüeño”, asume.

“Hago un balance positivo, pero en algunas materias no sé si hemos avanzado mucho. Cuando hicimos un ejercicio masivo de tsunami , vimos que algunas instituciones no estaban preparadas”, asegura.

Ahora cuentan con una oficina de gestión de riesgo, y han instalado centros comunitarios para enfrentar desastres.

En Constitución, el miedo a que se repitiera la tragedia de Isla Orrego frenaba el desarrollo turístico. Allí murieron 94 personas por el maremoto y ocho están desaparecidas.

El alcalde Carlos Valenzuela dice que costó recuperar la confianza en el río. “De a poco la gente ha vuelto a dar paseos en torno a la Isla Orrego, y poco a poco hemos recuperado la confianza. Hay más hoteles, más inversión, comercio. Eso significa que es una ciudad que está pujante, que vuelve a confiar en que podemos recuperar el título de la ciudad turística más importante del Maule”, cuenta.

Reconoce que “falta mucho por hacer, pero hay que decir que lo que se ha hecho, se ha hecho bien”.

En Juan Fernández, las cincuenta viviendas afectadas por el tsunami ya fueron levantadas -en sitios seguros- y la nueva caleta está por terminarse. Sin embargo, al edil Felipe Paredes le cuesta entender el retraso en la reconstrucción del edificio consistorial. “No hubo una buena planificación. No se consideró en forma adecuada el factor aislamiento. El transporte de carga encareció los proyectos más allá de lo calculado, y debieron ser reevaluados”, dijo Paredes.

El alcalde acusa una “mirada continental” en los proyectos desarrollados para la isla. “Se diseñaron edificios gigantescos, con ascensores y mucho hormigón y fierro. Obras más ligeras y sencillas, con buen estándar de seguridad, ya estarían listas y serían más de acuerdo al gusto de los habitantes locales”, dice.

En Tomé, en tanto, reconocen como uno de los principales avances la realización del festival Viva Dichato, en verano, que devolvió el carácter turístico al balneario.

MEMORIA

En todas las comunas se realizaron actos para recordar a las víctimas del terremoto y maremoto.