Antofagasta remodela su parque japonés tras 50 años de abandono

Por Mario Alejandro Rojas, El Mercurio. (07/12/13)

Municipio invertirá alrededor de $100 millones:

Las obras consideran la intervención de una pileta, un puente de piedra, áreas verdes, una pequeña pagoda (templo), luminarias y senderos peatonales. También se repoblará con peces de origen oriental.

Hace medio siglo, no más de diez familias de origen japonés y descendientes directos residían en la ciudad de Antofagasta.

Esa colonia, junto a ejecutivos de la compañía Nippon Mining, que entonces operaba en la zona, decidieron donar un espacio público, con áreas verdes y senderos peatonales, en el entonces extremo sur de la ciudad, frente al mar.

El parque se inauguró en 1963, a tres kilómetros del centro, junto a la costanera, una playa -desde hace 13 años transformada en artificial-, restaurantes, complejos deportivos y sedes universitarias.

El complejo, de más de 4.500 metros cuadrados, fue construido con el sistema Kaiyushiki Teien, que permite a los visitantes apreciar todos los elementos desde cualquier punto de observación.

Medio siglo después, de ese parque solo quedan su deteriorada infraestructura y sus descuidados jardines.

Incluso, los peces de su pileta fueron robados o devorados por aves marinas. Solo sobreviven siete que fueron derivados en forma provisoria a un centro de rescate.

Por eso el municipio y un grupo de acuaristas -diseño de acuario y crianza de peces- activaron un inédito plan de rescate: se restaurará su pileta, el puente de piedras, áreas verdes y una pequeña pagoda (templo).

Además, se mejorarán luminarias y senderos peatonales y se incluirán elementos de piedra y madera como ornamentación.

La inversión bordea los $100 millones, y será entregado a la comunidad durante el próximo año.

“Para mí es muy importante su recuperación. Estoy emocionado”, dice el geólogo Shoji Kojima, académico de la Universidad Católica del Norte.

“Al estar lejos de mi país y ver el cariño de los antofagastinos por nuestra cultura, pienso que es lo mismo para los descendientes de japoneses que conocen la historia del parque”, añade.

La iniciativa fue presentada por el municipio a algunos integrantes de la colonia residente en Antofagasta.

“Es un proyecto que estuvo abandonado por muchos años; por cincuenta años”, afirma la alcaldesa Karen Rojo. “Este plan es parte de nuestra recuperación de infraestructura para el turismo, de espacios públicos y áreas verdes, en un lugar emblemático de la ciudad”, agrega.

Según el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, Antofagasta tiene tres metros cuadrados de áreas verdes por habitante. La Organización Mundial de la Salud, en tanto, recomienda al menos el triple: nueve metros cuadrados por habitante.

La recuperación incluye el repoblamiento de la pileta con peces y vegetación acuática. Tendrá una especie oriental, los Koi.

Sesenta de ellos se sumarán a los siete peces sobrevivientes.

“Nos permitirá concienciar a la ciudadanía respecto del acuarismo y la preservación de peces en espacios públicos”, sostiene Miguel Campos, director de la agrupación acuarista “Tierra Oasis”, que asesora al municipio antofagastino.