El primer semáforo de Cochrane

Para cumplir con la nueva normativa para obtener licencia de conducir, el municipio encargó un semáforo portátil.

Por María José Latorre, La Tercera

Cochrane, una pequeña comuna en el extremo sur de Aysén, mantiene invariable la apacible vida de sus habitantes, en un valle que parece protegido por una férrea cordillera patagónica. A unas ocho horas por tierra de Coyhaique, siempre y cuando exista buen tiempo, a intervalos surge por las ordenadas calles del lugar uno que otro vehículo que altera la quietud del entorno.

Con una población que no supera los tres mil habitantes, Cochrane busca romper las barreras geográficas que la separan de la región, y que impiden un acceso equitativo al desarrollo económico y social de las grandes urbes.

Un desarrollo nacional que no siempre está acorde con la realidad de este poblado. Ejemplo de esto es que, para el debut del nuevo examen práctico de conducción, los postulantes para obtener su primera licencia deberán aguardar la llegada de un semáforo portátil, que sólo se empleará para la ejecución del test. En el lugar, cuyo parque automotor apenas supera las 800 inscripciones anuales y donde -con el sistema antiguo- entre seis y siete personas se inscribían mensualmente para obtener licencia, no existe ningún semáforo que permita rendir la prueba, requisito que considera la nueva normativa dispuesta por el Ministerio de Transportes.

“Esta nueva ley nos obliga a todas las municipalidades a tener un nuevo sistema para tomar los exámenes de conducción, como un nuevo computador conectado a internet. Pero lo más relevante es que nos obliga también a comprar un semáforo móvil en las comunas donde no hay, como es nuestro caso”, comenta Patricio Ulloa, alcalde de Cochrane.

Al respecto, Francisca Yáñez, secretaria ejecutiva de Conaset, plantea que “nuestra responsabilidad es que todas las licencias de conducir que se emitan en nuestro país sean para personas que estén capacitadas para conducir en cualquier tipo de entorno. Es por eso que el examen práctico tiene características mínimas y queremos que los nuevos conductores sepan algo tan básico como respetar el semáforo”.

Ante este nuevo requisito, la Dirección de Tránsito de la comuna encargó un moderno semáforo móvil, de 1,5 metros de altura y cuyo costo asciende a $ 1.500.000. Este será instalado en puntos estratégicos de la ciudad, cada vez que se ejecute la prueba. “Es un semáforo con ruedas (…), una especie de carrito que iremos trasladando en distintos puntos de la ciudad, cada vez que se realice la prueba de conducción. Es una alternativa bastante novedosa que hemos buscado para cumplir con la ley”, comenta Jaime Catalán, jefe del departamento de Tránsito.

En la mayoría de las comunas de la región de Aysén ya comenzaron a operar bajo el nuevo reglamento. En Cochrane, en tanto, esperan partir los primeros días de diciembre, una vez que el aparato llegue desde Santiago.