Proyecto de cafetería en Plaza Ñuñoa da pie atrás

En 2011 se anunció su instalación en el odeón, pero la existencia de una subestación eléctrica bajo tierra lo impidió. Ahora sólo será reparado.

Por Vadim Vidal, La Tercera

Debiera estar cubierta por una caparazón externa de paredes de cristal templado y tener mesitas a su alrededor. Y del subterráneo, donde iba a estar la cocina, debería ir saliendo lo más nutrido en pastelería. Pero ahí donde alguna vez tocó el orfeón municipal, donde iba a estar la cafetería licitada en 2011, permanece la misma estructura de albañilería con un maltrecho colchón en su interior, decenas de rayados en los muros y fisuras del terremoto pasado.

Hace dos años, la fábrica de helados artesanales La Foca se adjudicó ese espacio por 11.657 UF, pero según el director de Obras de la Municipalidad de Ñuñoa, Carlos Frías, a mediados del año pasado el municipio concluyó que los vecinos no querían que se interviniera el odeón. “Pensábamos que podía ser atractiva una cafetería ahí; le daba vida al sector y se hacía cargo de los baños en la plaza, entre otras cosas, pero el rechazo de la comunidad fue mayor”, añade el funcionario.

Del mismo modo señala que no se tomó la decisión antes para no politizar el tema durante las elecciones.

Rodrigo Molina, presidente de la Junta de Vecinos Consistorial Número 7, una de las organizaciones que juntó cerca de 3.000 firmas, aclara que el odeón no se hubiera transformado en cafetería es éxito de la comunidad. “El odeón es el corazón de la plaza y los vecinos sentían que se les echarían abajo sus recuerdos. Pero la causa principal para no privatizarlo es que debajo hay una subestación de Chilectra que sale una millonada trasladar”, acusa el dirigente.

Desde la empresa eléctrica señalan que el municipio manifestó su intención de que ellos se hicieran cargo del traslado de la subestación, pero luego de un juicio civil, que falló en favor de Chilectra en 2012, se estipuló que cualquier cambio debía ser costeado de forma compartida.

El futuro del odeón

Así las cosas, la estructura ubicada frente al restaurante Las Lanzas sólo será refaccionada. Esto tendrá un costo de $ 40 millones, considerando refuerzos estructurales, recuperación total del tejado y la refacción del sótano. Los trabajos, eso sí, comenzarán en cuanto se solucione el último cabo pendiente: la compensación que pide la heladería que se adjudicó la fallida concesión.

“Ellos tienen un derecho adquirido. Por eso se les ofreció trasladar la concesión a otros terrenos equivalentes dentro de la comuna para que levanten ahí su cafetería. La idea es que lleguen a los 283 m2 de la licitación original, en uno, dos o tres locales”, señala Frías.

Entre las alternativas estipuladas están el Parque Bustamante (cerca de la Estación Irarrázaval), la Plaza Egaña y Chile-España, ofertas que aún tiene que visar el concejo municipal.

Los propietarios de heladerías La Foca no quisieron referirse al tema hasta que se resuelva el proceso legal en curso. Sea como sea, el odeón de la Plaza Ñuñoa ya no será una cafetería.