Las otras “Providencias” que se descubren al cruzar el río Mapocho

Por Nadia Cabello, El Mercurio.

En Bellavista piden que los integren, mientras en P. de Valdivia Norte quieren calma:

A pedido de los vecinos, el municipio transformó el que sería el Café Literario de Constitución 85 en un centro comunitario, donde habrá espacio para literatura, charlas, talleres y asistencia social.

Los definen como “islas entre el río y el cerro”. Y lo son. Lejos del ajetreo típico de Providencia hay dos barrios residenciales que viven a otro ritmo: Pedro de Valdivia Norte y Bellavista.

Porque al alejarse solo un par de cuadras de Pío Nono, la principal arteria de este último barrio y límite con la comuna de Recoleta, el ambiente universitario y bohemio cambia por uno de casas y pequeños departamentos y algunos pocos negocios.

A los vecinos del norte de Providencia les es más fácil movilizarse en su vehículo -ya sea un automóvil o bicicleta- que en transporte público, que escasea. Solo pasan un par de recorridos de Transantiago y para llegar a las estaciones de Metro tienen que cruzar la barrera natural. Tampoco los taxis visitan mucho por sus calles.

Entre el cerro San Cristóbal y el río Mapocho hay dos clínicas, pero si los vecinos necesitan atenderse en un consultorio, tienen que llegar hasta Los Jesuitas con José Manuel Infante, al Dr. Hernán Alessandri, y aunque hay sedes universitarias en ambos, solo tres colegios y tres jardines infantiles están a ese lado del río.Si bien las realidades de ambos barrios son similares, sus residentes las enfrentan con miradas distintas. “No queremos quedarnos aislados o ser solo un sector pintoresco. Queremos ser parte de la comuna, pero nos sentimos tan lejos”, dice Sylvia Mariano, vecina de Bellavista hace 20 años.

Ese reclamo se escuchó también en los cabildos que realizó el municipio y por eso se decidió que el Café Literario Constitución 85, que está pronto a inaugurarse, se convertirá en un centro comunitario, donde habrá espacio para la cultura, talleres, asistencia social y asesoría en distintos ámbitos para los vecinos. También lo podrán usar para hacer reuniones, pues tal como contó el ex integrante de la junta de vecinos, Juan Román, “por años tuvimos que sesionar en una oficina que quedaba en Recoleta”.

Además, la comuna planea que en 2015 comience a operar un centro comunitario de salud familiar en el sector.

Por el contrario, en Pedro de Valdivia Norte, piden mantener la calma del barrio. “Han llegado hartas oficinas que no sabemos si tienen permiso. Mucha gente que trabaja al otro lado estaciona acá, porque nadie les cobra”, cuenta Claudio Monsalves.

Por eso en el municipio aseguraron que “entre las iniciativas consideradas para este barrio están la construcción de un parque recreativo en el borde sur del cerro San Cristóbal, la implementación de una zona de velocidad reducida y un plan de ciclovías, que permitirá conectar el barrio y traspasar el río a través de un medio de transporte sustentable”.

Cuidados

En ambos sectores los vecinos piden cambiar el plan regulador, pero con distintos objetivos. Mientras en Bellavista lo requieren para atraer gente y evitar el despoblamiento del lugar, en Pedro de Valdivia Norte creen que es necesario para que el barrio se mantenga como está y hacer frente a una eventual nueva infraestructura vial. En ambos piden detener el avance del comercio y los vehículos.