Santiago prohíbe venta de comida en la calle y uniforma el comercio

Se estableció un procedimiento único para tener autorización para comercializar en la vía pública, que privilegia a vecinos de la comuna, discapacitados y en situación de vulnerabilidad social.

Por Nadia Cabello, El Mercurio

Se acabó la venta de sopaipillas, completos y hasta sushi en las calles de Santiago. La nueva ordenanza comunal que regula el comercio en la vía pública ya entró en vigencia y con ello se prohibió la preparación de alimentos, incluidos los confites, la venta de café o cualquier comida que se fabrique en el mismo lugar, salvo aquellos que tengan autorización de la Seremi Metropolitana de Salud.

Esta medida es parte del reordenamiento que hace el municipio respecto del uso de sus espacios públicos para mejorar el estándar del comercio callejero y tener mayores posibilidades de fiscalización.

La ordenanza establece un procedimiento único para obtener el permiso municipal para ejercer el comercio en la vía pública. Este se otorgará de acuerdo al puntaje que alcance el solicitante según distintas situaciones, como si el interesado es residente de la comuna, si es discapacitado, tiene hijos estudiando o está cesante, entre otras.

Bajo esos criterios se están revisando los permisos y las “tolerancias”. Estas últimas son cartas a través de las cuales el alcalde de turno permitió a algunos trabajadores vender en las calles, pero no constituyen una autorización legal.

El primer sector en el cual se realizó esta revisión es el centro, donde se autorizó a 236 comerciantes. “Esperamos que en noviembre ya se haya hecho este proceso en toda la comuna”, explicó la alcaldesa, Carolina Tohá.

La edil aseguró que el efecto de esta ordenanza se irá palpando paulatinamente. Esto porque, por ejemplo, los comerciantes deberán usar uniforme y una credencial y los puestos de trabajo tendrán un diseño tipo que el municipio está afinando. “Aún no está listo, pero este año ya deberíamos tenerlo y de a poco los comerciantes van a tener que ir comprándolos”, dijo.

Otro cambio será que se establecerán zonas de exclusión de comercio -como la Plaza de Armas y el entorno de La Moneda- y de saturación, en aquellos lugares donde se considere que el número de vendedores ya es suficiente.

Además, la ordenanza explicita que los comerciantes deben tener siempre limpios sus lugares de trabajo, donde se incluyen los quioscos, y no solo pintarlos una vez al año como lo ordenaba la regulación hasta ahora.

Con las reglas más claras, los inspectores municipales podrán mejorar su fiscalización. Si un mismo comerciante tiene tres faltas reiteradas, la sanción será la suspensión del permiso por 15 días. Y si esto ocurre tres veces en el año, entonces se caducará el permiso.

1.683 permisos había en la comuna para ejercer el comercio callejero. Otras mil personas estaban ilegales.

799 solicitudes de permisos analizó el municipio en el sector céntrico. De ellas, 236 fueron aprobadas.