El aeródromo de Peldehue tendrá más del doble de superficie que el de Tobalaba
Por Pamela Gutiérrez, El Mercurio.
Licitación sería a fines de este año o a principios de 2014:
El recinto será complementario al de La Reina, ya que este no puede ser erradicado, por razones estratégicas.
Silenciosamente avanza el proyecto del aeródromo de Peldehue, en Colina, que surgió como alternativa al de Tobalaba luego del trágico accidente de 2008, en el que once personas murieron al caer un avión de Carabineros sobre una multicancha en Peñalolén. El futuro recinto aéreo será construido en un predio del Ejército de 112,6 hectáreas, más del doble de las 52 ha con que cuenta la pista que hoy opera en La Reina.
El terminal de Peldehue es fruto de un acuerdo firmado en 2009 por el Gobierno Regional Metropolitano, el Ministerio de Bienes Nacionales, la Dirección de Aeropuertos (DAP) -dependiente del Ministerio de Obras Públicas (MOP)-, el Ejército y la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).
En la última reunión efectuada en la Intendencia, el 29 de agosto, se informó que el proyecto ingresó al Ministerio de Desarrollo Social para su evaluación. “Este ministerio formuló observaciones que están siendo subsanadas por la Dirección de Aeropuertos para que la iniciativa pueda obtener su recomendación favorable”, explican en la Intendencia.
Si todo marcha según lo previsto por las autoridades, a fin de este año o comienzos de 2014 se llamará a concurso para que una empresa edifique el terminal aéreo a un costo de $10.200 millones.
El proyecto es esperado con ansias por los clubes aéreos que no tienen espacio en Tobalaba, ya que desde 2008, a raíz de la tragedia en Peñalolén (ver recuadro), dicho aeródromo ha reducido sus operaciones en 40%.
“La falta de un aeródromo alternativo al de Cerrillos (el otro que había en la capital, cerrado en febrero de 2006) ha significado que el crecimiento sostenido del parque de aeronaves utilitarias (…) no tenga dónde operar, ya que, como es sabido, el aeropuerto Pudahuel se encuentra copado con las operaciones de la aviación comercial mayor, la corporativa y la militar”, explica el presidente del Club Aéreo de Santiago, Hans Gesche.
La construcción de Peldehue no significa el fin del de Tobalaba, ya que su ubicación dentro del Gran Santiago lo hacen estratégico, por ejemplo, para las emergencias médicas.
El terreno del futuro aeródromo de Peldehue se encuentra en el kilómetro 40 de la Ruta Los Libertadores, al nororiente de Colina. Se trata de un terreno con categoría de “patrimonio de afectación fiscal del Ejército”, sometido a la Ley 18.712, que permite a la institución rentabilizar esa zona para bienestar social de la institución.
Por ello, el Ejército no puede traspasarlo sin una compensación, pues así lo exige la ley.
“Respecto de los terrenos, luego de varios meses, se está trabajando en una forma legal para (el traspaso de los mismos), que son de propiedad del Ejército y que deben pasar al Estado”, indicaron en la Intendencia.
Otro punto de conversación es el manejo de especies arbóreas protegidas que se encuentran en dicho terreno y que deben ser reforestadas en otro lugar, según la Ley de Bosque Nativo.
El proyecto
El aeródromo de Peldehue está calculado para una demanda de 20 mil operaciones anuales, según el MOP.
En el lugar operará aviación de instrucción, es decir, de formación de pilotos, la aviación privada y también helicópteros. La aeronave de mayor envergadura que podría aterrizar es un transporte militar Hércules C-130.
El aeródromo tendrá una pista de 1.150 metros de largo por 30 m de ancho y de carpeta asfáltica; plataforma para estacionamiento de aeronaves; un edificio administrativo y una torre de control operada por la DGAC.
Impacto
Desde la tragedia de 2008, en la que murieron 11 personas, Tobalaba ha reducido sus operaciones en 40%. El examen de vuelo que terminó en una tragedia
Lo que era un examen de vuelo rutinario para Carabineros culminó en la peor tragedia que haya tenido el aeródromo de Tobalaba. Apenas cinco minutos después del despegue, el avión Cessna 210 M cayó sobre una multicancha de Peñalolén, donde unas 30 mujeres hacían gimnasia.
El accidente ocurrió el 27 de febrero de 2008 y dejó 11 muertos: dos funcionarios de Carabineros, cuatro estudiantes de mecánica que iban a bordo de la aeronave y cinco mujeres que en ese momento estaban practicando aeróbica en la multicancha junto a un grupo de vecinas.
El accidente, según consta en el expediente de la Dirección General de Aeronáutica Civil, se debió a una pérdida gradual de velocidad del avión durante el despegue, ocasionada a su vez por el desperfecto de un magneto.
Según el informe técnico, aparentemente el piloto intentó hacer un viraje para volver a Tobalaba, pero sin resultados.
