Av. Providencia
Por Pablo Marín, Archivo Urbano, La Tercera.
HACIA 1930, constata Armando de Ramón en su historia de la capital, la comuna de Providencia presentaba tantos inconvenientes para su urbanización sistemática como los presentaban San Miguel o Quinta Normal. Y detalla: “Una serie de conventos, hospitales y fábricas jalonaban la avenida del mismo nombre desde la misma salida de Santiago en la Plaza Colón o Plaza Italia, hasta el final de su trazado en Tobalaba, junto al Canal San Carlos”.
Esta imagen está capturada a una cuadra y media de ese punto límite, mirando al norponiente desde la vereda sur de Avenida Providencia, entre Holanda y Luis Thayer Ojeda. Una muestra, en medio del tráfico y más allá de la existencia de un hospital, de que la vocación comercial consolidada por esta columna vertebral de la comuna se extendería al oriente de Lyon, en cuya esquina con 11 de Septiembre se construyó el Plaza Lyon (1979-1982). Y también de Los Leones, donde en 1975 se instalaba el primer caracol del país, una tipología que haría nata entre las inmobiliarias.
Por la izquierda de la foto, hay tiendas que miran a la calle y otras que no se ven y que pueblan galerías que no comunican con otras arterias, a diferencia de lo que pasa al frente: pequeños patios o pasillos comunicantes ofrecen bienes y servicios, al tiempo que multiplican los trayectos. “Lo atractivo de una estructura comercial es que no sea limitadora, que sea un lugar por el cual uno puede pasar, detenerse si quiere, o seguir”, ha dicho sobre esto el arquitecto Germán Bannen, uno de los artífices del diseño de la comuna.