Auge de las bicicletas genera explosiva oferta de servicios y colapso en talleres

Por Nadia Cabello, El Mercurio. (12/05/2013)

Comercio especializado en accesorios y artículos de seguridad vive un boom :

Para conseguir una mantención del vehículo no motorizado es necesario esperar semanas, hasta un mes por una hora. Por eso surgen ofertas de reparación a domicilio.

Ya es habitual ver pasar por la ciclovía de Pocuro a cientos de ciclistas. Lo que no era común es que en ese eje se instalara todo un comercio relacionado, como ocurre estos días. Porque además del arriendo de las bicicletas públicas, después de las 19:00 horas es posible comprar allí luces, elementos reflectantes, guantes, cascos, botellas y ganchos para colgarlas.

No es comercio formal, pero es una muestra de cómo las bicicletas se apoderan no solo de las calles santiaguinas, sino también de un mercado altamente demandado. Porque aunque no necesitan pagar un permiso de circulación ni una revisión técnica obligatoria, requieren de mantención y de accesorios para hacerlas más funcionales, tal como cualquier medio de transporte.

Juan José Paredes entendió eso y creó Mantenbike. A través de su página de Facebook ofrece mantenciones a domicilio. “Está pensado para la gente que cambió el auto por la bici y tiene una emergencia, por ejemplo, cuando va al trabajo”, dice. Atiende de lunes a viernes en Santiago centro, Providencia y Vitacura. Lleva solo tres meses en el mercado y ya atiende un promedio de tres clientes diarios.

Paredes asegura que ha tenido buena acogida y que los interesados van en aumento: “Nos están contratando porque si les pasa algo y necesitan un taller, estos están colapsados”.

Aunque en la capital hay cientos de recintos que se dedican a la reparación de bicicletas, al ser consultados por “El Mercurio”, en la mayoría de los recintos del sector centro-oriente de la ciudad dicen no tener disponibilidad inmediata. Para tomar una hora es necesario esperar semanas e incluso un mes hasta encontrar una atención.

La alta demanda impacta en los precios. En promedio, una mantención completa con desarme total, lavado y engrasado de la estructura y revisión de frenos vale $25 mil, pero hay lugares en que supera los $60 mil.

Claro que no solo se trata de tener la bicicleta en buen estado. También la personalización toma fuerza. En calle San Diego, los locales conocidos por la venta de bicicletas y repuestos ahora ofrecen cascos de diseños exclusivos, calcomanías, “patentes”, botellas y canastos coloridos.

Bajo esa mirada estética trabajan en Velópolis. Creada por dos amigos -un arquitecto y un diseñador-, ofrece bicicleteros para instalarlos en espacios públicos y privados. No son los simples fierros curvos, sino que crean olas y distintos dibujos con los que ofrecen estacionamientos entretenidos y seguros.

Francisco Jordán, socio de Velópolis, cuenta que “vamos a cumplir nueve meses y nos ha sorprendido la buena recepción de empresas, municipios y particulares. Había una necesidad y estamos abriendo un mercado que sigue creciendo”.

Las claves del negocio

Quienes están creando las iniciativas son ciclistas desde hace años. Eso les permite saber perfectamente qué se necesita y qué falta hoy en el mercado.

Durante los últimos siete años el uso de las bicicletas ha crecido a un fuerte ritmo en Santiago. Si en 2006 el 2,9% de los viajes se hacía en “bici”, hoy esa cifra es de 6%.