Catastro arroja 5.643 bienes fiscales ocupados irregularmente en el país

Por N. Ramos, S. Rodríguez, K. Peña, O. Fernández y J. Herrera, La Tercera.

Conteo de Bienes Nacionales mostró un 68% de aumento en el registro de los bienes en situación irregular, entre 2011 y 2012.

Más de 9.000 propiedades fiscales fueron catastradas durante 2012 por el Ministerio de Bienes Nacionales, con el objetivo de identificar la cantidad de inmuebles del Estado ocupados irregularmente en el país.

Esta fiscalización -entregada a La Tercera tras una solicitud efectuada por Ley de Transparencia- arrojó que 5.643 bienes del Fisco se encuentran en esta situación, la mayoría de los cuales (1.718, equivalentes al 30,3%) se concentra en la Región Metropolitana.

Un registro efectuado por la cartera el año anterior arrojó que 3.353 propiedades eran ocupadas de manera irregular, lo que implicó un aumentó de un 68% entre 2011 y 2012.

Esta situación ocurre en un escenario en el cual los bienes fiscales corresponden a cerca del 50% de las propiedades del país, con más de 35 millones de hectáreas fiscales.

El subsecretario de Bienes Nacionales, Juan Carlos Bulnes, afirma que, “a grandes rasgos, cerca del 40% (del total) corresponde a ocupaciones públicas, mientras que el 60% se atribuye a ocupación de particulares”.

Sobre el primer grupo, afirma que “los organismos públicos también podrían estar ocupando un inmueble fiscal sin tener la destinación o el acto administrativo vigente”.

Es por esto que en el catastro figuran las direcciones de los ministerios de Hacienda y el Sernac, entre otros (ver nota secundaria).

En cuanto a los bienes ocupados por particulares, Bulnes sostiene que esta figura se produce por “tomas o por un contrato de arrendamiento que dejó de estar vigente y la persona sigue viviendo en esta propiedad”.

En este caso, también se incluyen las ocupaciones por herencias vacantes: “El Fisco es el último llamado a suceder a una persona difunta cuando hay falta de parientes, como de cónyuges, hijos, hermanos o primos. Habitualmente, el Fisco hereda propiedades que ya tienen un ocupante debido a tomas”.

Sin embargo, plantea, también “hay ocupas más ‘pudientes’, quienes se toman terrenos fiscales en la costa, de manera indiscriminada, para realizar construcciones de segunda vivienda, lo cual es más preocupante, porque son actos ilegales de personas que perfectamente podrían pagar y acceder de forma regular a la propiedad fiscal”.

Acerca del motivo del alza de ocupaciones que arroja el registro, afirma que “esto no significa que haya aumentado la irregularidad en el país. Lo que ocurre es que el país conoce mejor su situación de irregularidad, debido al plan anual de fiscalización, el cual se implementa a nivel central y en regiones”. Precisa que en 2011 se fiscalizaron 2.543 propiedades, cifra que aumentó a más de nueve mil en 2012.

Situación en regiones

En cuanto a la situación en regiones, sostuvo que Biobío, Valparaíso y Antofagasta registraron los mayores índices de ocupación irregular después de la Región Metropolitana (ver infografía).

Sobre este punto, Bulnes afirmó que “hacemos un mea culpa en el caso de las regiones, especialmente en el norte, por no haber sido capaces de reaccionar oportunamente a la demanda. En algunas regiones el Fisco tiene el poder, en nivel casi monopólico, del suelo, en donde, si no se vende, se produce una situación donde las personas tienen pocas opciones que no sean tomarse terreno”.

Por ello destacó el plan de licitaciones impulsado por la cartera, que contempla poner a la venta más de 400 inmuebles, por alrededor de US$ 400 millones.

El colegio abandonado de Palomita Blanca

Chiloé 1799, esquina Ñuble. Una cincuentena de ventanas con los vidrios rotos y paredes que alguna vez fueron amarillas, destacan en un rincón de Santiago Centro. Las tres puertas de acceso están rayadas con spray y adentro no hay gente. “Parece de sacada de película de terror”, bromea Rosa Aliaga, una comerciante que reside a dos cuadras. “En su época tuvo que ser muy linda”, añade.

En el barrio la conocen como “La escuela”. Pocos saben que allí se filmaron escenas de la película Palomita blanca (1973), de Raúl Ruiz. Se trata de un edificio que hasta 2010 albergó al Liceo Metropolitano de Adultos y que, tras el 27F, quedó deshabitado. Es, también, otro de los bienes fiscales que figura en el catastro de ocupaciones ilegales. Rodolfo Gómez, director del plantel (que hoy funciona en calle Roberto Espinoza), dice que esto podría deberse a que este bien aparece con otra numeración (1785) en el listado de propiedades irregulares: “Es un inmueble muy antiguo, construido en 1891 para la Escuela Superior de Niñas, que tenía otras puertas de ingreso y, seguramente, fue registrado bajo otras direcciones. Nosotros llegamos en 1989 y esperamos volver, pese a que los delincuentes se robaron hasta las cañerías de cobre”.

“Cuando alguien compre esto, me echará”

Thor y Perro. Así se llaman los dos caninos mestizos que, ante la presencia de algún intruso, ladran defendiendo la propiedad de su amo. Están en un sitio de calle Cueto, a pasos de Balmaceda, en Santiago Centro, en medio de panderetas derruidas y galpones mecánicos. Allí vive Eliseo Oyarzo (47), junto a su esposa, Myriam, y sus dos hijas.

“Es un barrio tranquilo, de gente trabajadora”, comenta Oyarzo, quien se presenta como jardinero y podador de árboles. Cuenta que está allí desde hace 12 años, cuando llegó a trabajar para la empresa de un patrón que, según asegura, “se llamaba Oscar”.

“Primero yo le cuidaba la propiedad, que estaba totalmente vacía. Luego instalé algunas máquinas y después me fui quedando, hasta que el señor se fue”, sostiene.

Recuerda que hace cerca de ocho años decidió que estaba “demasiado acostumbrado” al barrio y que no partiría: “Yo mismo traje maderas, herramientas y construí estas piezas -muestra dos pequeñas casas- dentro del sitio, y desde entonces hemos vivido aquí junto a mi familia”.

Añade que se ha preocupado de tener limpia la fachada y bien pintada de verde la pandereta, que contrasta con la pared antigua y semidestruida de sus vecinos. De hecho, reclama porque “cada cierto tiempo pasan cabros y me la rayan con tonteras”.

La propiedad en que habita Oyarzo figura dentro del catálogo de los inmuebles fiscales ocupados irregularmente dentro de la capital. Y él lo tiene claro: “Varias veces han venido de Bienes Nacionales a pedirme que deje el sitio. Hace un par de años, traté de regularizar la situación, fui a hacer los trámites, porque también he ahorrado para una vivienda, pero allí me dijeron que el sitio le pertenecía a mi ex jefe y al Fisco, en porcentajes diferentes, y que para postular a comprarlo, porque llevo aquí más de cinco años, primero tenían que regularizar la situación. Así es que me quedé”.

“Cuando alguien compre esto, me echará, pero parece que es un lío”, agrega apoyado en su puerta verde.

La casona “folclórica” de Cienfuegos 60

“No es un lugar abandonado, yo trabajo aquí todos los días”, dice muy tranquilo Raúl Abezón, abriendo la enorme puerta de madera de la casona ubicada en Cienfuegos 60, que figura en el registro de bienes irregulares.

Los vecinos cuentan todo tipo de historias sobre la casona: desde ruidos y luces fantasmales, hasta que un grupo de ocupas intentó tomársela. Abezón asegura que sólo “intentaron entrar a robar, así es que se reforzaron las entradas”, explica el también integrante del grupo folclórico de la Fach, dueña del inmueble. En esa repartición aseguraron que el inmueble fue comprado el 30 de noviembre de 2004 y registrado “oportuna y oficialmente”. Añadieron que el bien actualmente es utilizado “por la División de Bienestar Social, a través del conjunto folclórico Copihual”. No es el único inmueble ocupado por una institución estatal que aparece en el catálogo. También figuran las oficinas del Ministerio de Hacienda, de Teatinos 120 (donde argumentan que Bienes Nacionales no ha actualizado la información) y las oficinas del Servicio Nacional del Consumidor (Sernac), de Teatinos 50, repartición que detalló que, “actualmente, el Sernac está en proceso de regularizar el rol de la propiedad, que consiste en separar entre las distintas numeraciones de la calle Teatinos”.