Las energías renovables

Por Christoph Tagwerker, Consultor División de Cambio Climático y Sostenibilidad del BID, El Mercurio

Las discusiones sobre el tema energético en Chile tienen larga data, y todos sabemos que nuestro país no es autosuficiente en términos energéticos. De hecho, es la segunda nación menos autosuficiente en toda la región, después de Panamá.

Chile también es una economía moderna, dinámica, con un crecimiento anual de alrededor de 4% (Economist Intelligence Unit) estimado hasta el 2030, lo que empeora aún más la situación actual si no se consigue alinear el crecimiento energético del país con proyectos de eficiencia energética, lo que hasta ahora no se ha podido realizar.

También sabemos que no habrá en Chile una solución única para la problemática energética, sino que debe darse una combinación de muchas soluciones. Es ahí donde las energías renovables no convencionales (ERNC) y la innovación tecnológica definitivamente deben jugar un rol importante. Dentro de estas, sin duda la tecnología de Concentración Solar de Potencia (CSP) se ajusta mucho a las condiciones locales de Chile por diversos factores.

En primer término, Chile tiene un recurso solar casi perfecto para esta tecnología, considerando la altísima radiación directa y los pocos días nublados. Asimismo, aparte de las centrales hidráulicas con almacenaje de bombeo, la CSP sigue siendo la única tecnología de energía renovable con un sistema comercial de almacenaje energético a gran escala. Lo anterior permite reducir la intermitencia en la producción de electricidad (cuanto más grande el almacenaje, más se reduce la intermitencia) traduciendo la CSP en una ERNC despachable. Esto le da una ventaja importante sobre las otras ERNC y en especial sobre la fotovoltaica, en especial en el SING.

Chile tiene, además, una fuerte base industrial necesaria para llevar adelante un proyecto de esta magnitud. La industria de sales de potasio y sodio, que son los materiales principales usados para el almacenaje térmico en plantas CSP, es de escala mundial.

Considerando todo lo anterior, tenemos en nuestro país una oportunidad única que se instale el primer proyecto CSP a nivel mundial que puede competir en el mercado eléctrico privado (sin recibir una tarifa subsidiada ni garantía estatal).

Esto y el esquema de licitación podrían marcar un hito histórico. Claramente es una oportunidad que no podemos despreciar y nos parece lógico que apostemos por este tipo de tecnología para resolver en el mediano plazo la problemática energética que nos afecta.

LAS ENERGÍAS RENOVABLES NO CONVENCIONALES (ERNC) Y LA INNOVACIÓN TECNOLÓGICA DEFINITIVAMENTE DEBEN JUGAR UN ROL IMPORTANTE EN EL TEMA ENERGÉTICO EN CHILE.