Teleférico del San Cristóbal volverá a funcionar en segundo semestre de 2014

Por Patricio Cofré A., La Tercera.

Para evitar una nueva licitación desierta, esta vez las autoridades dividieron el concurso en dos: uno se abre en mayo y el otro en 2014.

Los 72 “huevitos” del teleférico del cerro San Cristóbal, que recorrían casi cinco kilómetros a 38 metros de altura, llegaron a transportar a medio millón de visitantes al año hasta antes de su cierre, en junio de 2009. Desde que se inauguró, el 1 de abril de 1980, esta atracción turística se transformó en uno de los íconos de Santiago, pero 10 meses antes de cumplir 30 años dejó de funcionar, debido a una falla mecánica.

En diciembre pasado, el desuso de las tres estaciones y las 12 torres parecía quedar atrás cuando el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) empezó a revisar las propuestas para reparar este hito capitalino. Sin embargo, de las nueve empresas que compraron las bases, sólo una presentó su plan y con un presupuesto mucho más elevado que el previsto. Fue por eso que se declaró desierto el proceso.

Para evitar que se repita el fracaso, el gobierno decidió dividir el proceso en dos licitaciones (una para reparar el sistema y la otra para encontrar al operador) y financiar la recuperación de la infraestructura con $ 5 mil millones. Eso, en vez de endosarle los costos a una empresa.

Francisco Irarrázaval, subsecretario de Vivienda y Urbanismo, explica que se optó por esa inversión debido a la importancia que tiene el Parque Metropolitano para la ciudad. “Es un teleférico que prácticamente hay que hacer de nuevo, pero es necesario para el mejor uso del parque. Es un espacio visitado por cuatro millones de personas cada año y para el que queremos mejorar todos sus transportes internos”, indica.

Martín Andrade, coordinador nacional de Parques Urbanos del Minvu, cuenta que cuando se declaró desierta la primera licitación, evaluaron las razones del poco interés manifestado por los privados. “Tomamos contacto con los participantes para saber las razones por las que no se presentaron. Luego, se hizo un estudio y nos dimos cuenta de que la inversión y el riesgo financiero para ellos eran muy grandes”, señala Andrade.

Nuevo modelo

Para facilitar el proceso, el concurso público tendrá dos etapas. La primera se realizará en mayo y llamará a participar a todos los interesados en reparar los cables, las poleas, las 12 torres que sostienen el sistema de transporte, y la mejora de los taludes y sistemas de climatización de las estaciones hoy abandonadas. Eso, además de la compra de nuevas cabinas.

Según el cronograma del Minvu, el segundo semestre de 2014 debieran estar finalizados los trabajos. Entonces comenzará la segunda etapa, con el llamado a concurso para que un concesionario se haga cargo de operar y gestión del teleférico en los próximos años. No se descarta que el propio Parque Metropolitano pueda quedarse con la administración.

“Creemos que se acelerará el proceso al separar entre la parte de la restauración electromecánica y la elección de un concesionario. Esto permitirá tener una licitación más competitiva, con un resultado favorable”, asegura Andrade.

Si los plazos diseñados por las autoridades se cumplen con rigurosidad, la adjudicación se haría un par de meses después de mayo de este año y, así, los trabajos podrían partir en noviembre o diciembre de 2013. Desde esa fecha en adelante, son entre ocho y 10 meses los que tarda la refacción.

Adiós a los “huevitos”

El proyecto mantendrá las actuales tres estaciones -Oasis, Tupahue y Cumbre- que el teleférico recorría desde los pies del cerro, en Pedro de Valdivia Norte, hasta la Virgen en apenas 20 minutos y a una velocidad cercana a los 15 km/h.

Para Mauricio Fabry, director del Parque Metropolitano, el teleférico “es la gran deuda que tenemos”.

Para éste, la reposición debe ir de la mano de nueva tecnología. Por ese motivo es que no se volverán a usar los antiguos “huevitos” de colores, hoy guardados en la estación Oasis.

Las nuevas cabinas transportarán a más de mil personas por hora. “Tienen que ajustarse a los nuevos usuarios, poseer portabicicletas, climatización y ser modernas, para entregar el mejor servicio”, asegura Fabry.