Gobierno crea equipo para incorporar calidad de servicio en carreteras concesionadas

Por José Troncoso, Pulso.

Hasta ahora, los contratos no consideran expresamente este ítem. El cambio es complejo, pues elevaría los costos, lo que podría llevar a un mayor subsidio por parte del Estado o que algunas empresa se resten de participar en nuevos procesos.

Se prometieron como vías de alta velocidad. Con un estándar superior. Sin embargo, hoy varias carreteras del país dejan mucho que desear en cuanto a su calidad de servicio. Peatones y animales que se cruzan en zonas con velocidad máxima de 120 kilómetros por hora, gigantescos tacos en las plazas de peaje (muchas veces, pese a la alta demanda, no están abiertas todas las cabinas), zonas de descanso sin seguridad y así suma y sigue.

Pero la situación podría cambiar. El gobierno creó un equipo para incorporar en los contratos de las carreteras la calidad de servicio. Hasta ahora, los contratos no consideran expresamente este ítem.

El cambio es complejo, pues elevaría los costos, lo que podría llevar a un mayor subsidio por parte del Estado o que algunas empresas se resten de participar en nuevos procesos.

“Estamos trabajando en incorporar la calidad de servicio en los contratos de las carreteras concesionadas. Estamos definiendo los estándares que se quieren incorporar”, explica una fuente del Ministerio de Obras Públicas, quien pide reserva de su nombre.

“No es llegar e incorporar estándares de las autopistas que hay en Europa. Lo que se busca es incorporar estándares de calidad de servicio, pero que no se encarezca en demasía la iniciativa completa”, detalla la misma fuente consultada.

DIFERENCIAS

La autoridad está estudiando en dos frentes los cambios que se buscan incorporar en los contratos de concesiones de autopistas. Por un lado, sumar la calidad de servicio en las actuales rutas y por otro, en las bases de licitación de las nuevas autopistas que se van a desarrollar en el futuro.

En el caso de las rutas existentes, el MOP debe negociar con las concesionarias. Y sobre los futuros proyectos, ya hay avances.

El próximo 7 de marzo se recibirán las ofertas de las empresas interesadas para llevar adelante el proyecto de la nueva ruta G-21, que une Santiago con Farellones, camino que sufrirá un profundo cambio de concretarse el plan de concesión presentado por la autoridad.

La obra pasó de US$75 millones (cuando fue anunciado por el ex ministro Laurence Golborne) a US$104 millones según las bases de la licitación.

En la industria de concesiones hay dudas respecto al futuro del proyecto. Dicen que no es fácil, dado que hay una serie de especificaciones técnicas difíciles de cumplir por la zona en donde se emplaza el camino, con mucha nieve en invierno.

Pese a que las obras se pueden definir de alto estándar por la cantidad de exigencias de seguridad y ambientales, a lo que se suman obras complementarias como ciclovías o miradores, hay una serie de exigencias técnicas que desincentivan a las empresas concesionarias a participar de la licitación.

Dentro de las bases de las obras se exige “que la ruta debe mantenerse siempre libre de nieve, hielo y rodados, que atenten contra la seguridad y la circulación vehicular normal”, donde a la empresa se le exige un proceso de “restauración” de tres horas.

A esto se agregan otra serie de exigencias, como la de asegurar una buena operación aún con el flujo vehicular que se da durante la temporada de ski: “Durante la etapa de construcción -durante la temporada de ski de los centros invernales- la sociedad concesionaria deberá dar continuidad permanente a los flujos vehiculares en ambos sentidos de la calzada (…) además de considerar los flujos de vehículos y horarios en que acceden a la minera Los Bronces”, detalla el documento.

Otra de las exigencias que plantea las bases es la existencia de marcos dinámicos o mensajería variables, la cual deberá incluir un conjunto de información climática; acumulación de nieve y hielo; emergencias, sentidos del tránsito y vías alternativas en caso de contingencias.