Aniversario de la Fundación de Santiago : ¿Qué le regalarías?

Sospecho que a muchos de uds no les apareció una notificación de cumpleaños en sus cuentas de facebook ni les sonó la alarma de sus celulares, pero hoy Santiago está de cumpleaños, y debemos celebrarlo con bombos y platillos. Son 472 años de constante trasformación, desarrollo y modernidad, impresos en una ciudad que de a poco se ha vuelto una de las ciudades más urbanizadas del mundo. ¿Lo habremos hecho bien? ¿se tomaron las decisiones correctas? ¿qué y como debemos seguir haciéndolo?, estas son algunas de las preguntas que pretendo responder  a través de una retrospectiva y análisis de los hechos que llevaron a conformar la ciudad en que vivimos hoy.

Hoy  conmemoramos el día que Pedro de Valdivia elige la cuenca de Santiago, como el lugar para la fundación de la ciudad. Su elección se debió principalmente a la numerosa población indígena que allí habitaba, lo que significaba una demostración evidente del provecho agrícola de sus tierras. Para garantizar la provisión de agua y su protección, la ciudad fue levantada entre los brazos del río y al amparo del cerro Huelén, desde cuya cumbre se podía advertir cualquier movimiento hostil en el amplio perímetro. Desde este entonces que Santiago no ha dejado de transformarse y de crecer.

Dos siglos más tarde y a pocos años de la celebración del Centenario de Chile, en el contexto de una ciudad con un sin número de problemas y con más de 130 mil habitantes, Benjamín Vicuña Mackenna -intendente de Santiago- decide darle un nuevo rostro a la capital. Fue el principal responsable de la primera transformación de Santiago. Sin duda su obra más reconocida fue el “Paseo del Cerro Santa Lucía” donde logró transformar el rocoso cerro en un parque de estilo europeo lleno de paseos y jardines. Propuso la construcción de obras emblemáticas como :  Estación Mapocho, el Museo de Bellas Artes, el Palacio de Tribunales, entre otros, que al día de hoy son hitos en la ciudad que le entregan identidad y reconocimiento. Además de otras múltiples obras de una valor urbanístico innegable que satisfacían las grandes necesidades de la época, entre ellas: la canalización del Río Mapocho, la construcción del Camino la Cintura, la arborización de plazas y avenidas; adoquinó las calles, amplío el ferrocarril urbano, se ocupó del alumbrado púbico, etc. Su labor fue de una gran envergadura e impacto social, muchas de sus obras se han integrado en la memoria popular y al patrimonio nacional, dejando una huella en la historia de Santiago.

Desde entonces Santiago se ha vuelto una ciudad capital, que ha sido víctimas de las más grandes migraciones campo-ciudad.  Bajo el contexto de una ciudad que crece a pasos agigantados, con una población que duplica su número siglo tras siglo y en donde el crecimiento económico promete el bienestar social, son muchos los problemas y nuevas necesidades a considerar. El aumento en la falta de espacio públicos, la enorme segregación, la desregulada ampliación de los límites urbanos la cual no ha sido acompañada de una dotación adecuada de infraestructura, entre otras, son los problemas que surgen del descalce entre el crecimiento y el déficit en la planificación.

Por todo esto y tras la llegada de la celebración del Bicentenario se proponen numerosas obras de infraestructura para cambiar la ciudad pero que no necesariamente entregan una solución a los problemas anteriormente planteados. Un Santiago conformado por más de 30 comunas, con una población que supera los 5 millones de habitantes, y bajo una estructura económica de libre mercado, se presentaron estas medidas como una nueva oportunidad de transformación, pero hasta entonces no había habido una tan significativa como la liderada por Vicuña Mackenna. Entre las obras propuestas para conmemorar el Bicentenario, están, espacios públicos destinados al encuentro de los ciudadanos (ej: Parque Bicentenario de la Infancia); infraestructuras de movilidad que dan cabida tanto al crecimiento de la ciudad, como a la conectividad entre otras ciudades; reconversión de espacios caídos en la obsolescencia; e infraestructuras culturales (ej: Centro Cultural Gabriela Mistral). Obras que veremos con el tiempo si se convierten en símbolos de un siglo que recién comienza.

Remontándonos a la actualidad, y con una distancia temporal que nos permite hacer un análisis y una revisión a estos 472 años de existencia de la ciudad, podemos decir que las dos grandes transformaciones de Santiago que se planificaron con motivo de la celebración de la Independecia de Chile no dejan de ser una oportunidad para consolidar la ciudad y para celebrar los logros de una sociedad. A pesar que  en su primera instancia fueron proyectos bajo el alero de un Estado paternal y autoritario, que se hizo responsable por el bienestar de la sociedad y en donde la conformación del cerro Santa Lucia, fue su legado de bien común que trascendió la historia y la nuevas generaciones. A diferencia del de hoy, donde el Estado al mantenerse al margen, genera íconos de ciudad que no responden a las necesidades planteadas. Con esto me refiero, por ejemplo, al edificio Costanera Center, obra que se posiciona sobre el imaginario colectivo tras una conmemoración nacional de fuerte carácter simbólico pero que deja de lado la conformación de identidad, ya que se convierte en la imágen y postal de Santiago, en reflejo de un país en crecimiento y constante desarrollo, pero que deja fuera los valores de la sociedad y el reconocimiento de un lugar.

Sin embargo no debemos de dejar de estar orgullosos del gran avance de esta ciudad y no podemos dejar de reconocer que muchas de las obras antes mencionadas han generados externalidades positivas a los ciudadanos y han mejorado la imagen de ciudad. Hoy tenemos ciudadanos más empoderados, con ganas de participar en las decisiones de bien común; personas que valoran Santiago y propositivos frente a las soluciones que se tomen con respecto a su ciudad. Vicuña Mackenna soñó con una ciudad mejor y lo logró, nosotros también podemos hacerlo. Los invito a soñar y a pensar en lo que te gustaría que tuviera esta ciudad

¿qué le regalarías a Santiago? ¿qué obra podría trasender en el tiempo y entregarle identidad?.