Ministro, ante alto rechazo al Transantiago: “Estudio no transmite lo que ocurre hoy”

Por Francisco J. Fuentes, El Mercurio.

Encuesta muestra mayor desaprobación desde 2007

El titular de Transportes atribuyó mala opinión ciudadana a efectos de la transición entre los contratos antiguos y nuevos.

“El estudio no transmite lo que ocurre hoy. Hay elementos objetivos de cambio y eso se nota en las calles porque las personas me lo transmiten todos los días”. Ése es el análisis del ministro de Transportes, Pedro Pablo Errázuriz, sobre el resultado de la última encuesta de percepción de los pasajeros del Transantiago -aplicada por Collect-GfK en septiembre-octubre de 2012- en que la reprobación al sistema llegó a 61%. La mayor desde diciembre de 2007.

“La encuesta se tomó en un momento en la etapa final de los contratos antiguos, estaban traspasándose zonas (entre operadores), se estaba renovando la flota de buses y seguíamos con muchos transbordos. Lo importante es que la situación ha mejorado y ya se siente el impacto de los nuevos contratos”, explicó el secretario de Estado al interpretar el estudio encargado por el Ejecutivo.

Para respaldar su tesis, la cartera exhibe varios datos: 8,5 millones de transbordos menos al año, disminución de 3,3 puntos en la evasión (19,9% a fines de 2012), 1.060 buses nuevos circulando y aumento de la velocidad promedio de los buses a 26,2 kilómetros por hora (cerca de los 28 km/h considerados ideales). A ello se añade un incremento en los índices de cumplimiento de regularidad y frecuencia de la flota.

Junto con anunciar un cambio radical en la metodología para medir la percepción de los usuarios (hasta ahora se toma telefónicamente), el coordinador del Transantiago, Patricio Pérez, explica que la encuesta se aplicó cuando estaban produciéndose traspasos importantes de operación entre empresas.

“Sabíamos que ése era un punto de inflexión efectivo y (con la encuesta) queríamos obtener una visualización respecto de lo que estaba pasando con el sistema justo antes de que se vieran en pleno los efectos de los nuevos contratos”, dice.

Pérez añade que “esto no es una visión complaciente, evidentemente nos duele que haya una percepción negativa y nos hacemos cargo de eso. Evidentemente, Transantiago trae una carga negativa fuerte; la encuesta era la prueba más ácida de lo que pasaba en el sistema”.

Añadió que “hoy con los contratos empieza a haber normalización”.

Atributos Los elementos peor evaluados fueron la comodidad, seguridad y limpieza de los buses.