Boom del barrio Italia se expande a sector de Avenida Santa Isabel

Por Darío Zambra, La Tercera.

Nuevos restaurantes y cafés se están instalando hace dos años en esta arteria de Providencia.

Hasta hace un par de años, Raman Samuel Nadar fue chef del restaurante hindú Salaam Bombay, que funciona en la esquina de Rancagua con Av. Italia. Eso, hasta que decidió independizarse y abrir su propio local. La idea del ciudadano indio, quien vive en Santiago desde hace 12 años, era instalarse en el corazón del barrio Italia, que en los últimos cuatro años se ha transformado en un sector de moda con la aparición de tiendas de diseño, cafés y restaurantes.

“Pero desistí de esa idea, porque ahí los arriendos están muy caros. Uno de los locales que vi costaba más de $ 1 millón al mes y ni siquiera era tan grande”, cuenta Raman. Finalmente, hace ocho meses abrió su negocio, muy cerca de ahí, en Av. Santa Isabel casi esquina Condell. “Ahí me sale mucho más barato”, dice Nadar.

No es el único. Varios otros emprendedores se encontraron con la misma situación en el barrio de moda, sobre todo en Av. Italia y Caupolicán. Y ese panorama los motivó a buscar locales en Av. Santa Isabel, entre Bustamante y José Manuel Infante.

Esto llevó a la arteria a experimentar una revitalización en los últimos dos años con la apertura de tiendas de diseño, restaurantes y cafés de cuidadosa decoración. En sólo seis cuadras ya existen hoy cinco nuevas cafeterías.

Una de ellas es Por Amor al Arte, que está por Av. Santa Isabel, entre Av. Salvador y Julio Prado. Ahí, además de ofrecer cafés, pasteles y sandwiches, también se puede comprar ropa y accesorios creados por diseñadores independientes. Funciona en una casa que según la dueña del lugar, Cristina Calderón, “tiene un precio de arriendo mucho más barato que en Caupolicán”.

Territorio hipster

La fórmula que convirtió al sector de Av. Italia en el barrio que es hoy obedece a lo siguiente: un negocio de diseño independiente o un atractivo cafecito instalado en una casa antigua remodelada.

Según un estudio de la empresa tasadora Arenas y Cayo, el precio de arriendo de esas propiedades en cuatro años se duplicó. Ellos identifican 2008 como el año en que comenzó la transformación.

El mismo informe consigna que antes del boom, en la zona se podía alquilar una casa de 120 m2 en promedio, por $ 350.000 mensuales. Hoy, ninguna cuesta menos de $1 millón. “Eso pasa porque el sector se valorizó y la demanda por los inmuebles se disparó”, explica Teodosio Cayo, socio de la compañía tasadora.

A mediados del año pasado, tres amigos, todos menores de 30 años, abrieron en Av. Santa Isabel, entre Julio Prado y José Manuel Infante, una tienda de productos gourmet, llamada Manduca. En el lugar venden queques de zanahoria y alfajores y, a la hora de almuerzo, colaciones que incluyen alternativas para vegetarianos.

Uno de los socios, Pablo Palma, cuenta que buscaron un espacio para instalarse en el corazón del barrio Italia, pero se cansaron: “Los más pequeños costaban $ 600.000. Hoy en Santa Isabel están apareciendo más lugares relacionados con el diseño y el arte. Es como una expansión del sector hipster”, dice Palma.

El urbanista Sebastián Gray explica que es normal que se disparen los precios de los lugares que renuevan su destino, tal como sucedió en Italia. “Las personas con más recursos lo empezaron a demandar cada vez más y se volvió caro instalarse ahí. De paso, potenció las calles del entorno”, aclara el arquitecto.

Barrio de artistas

En la esquina suroriente de Av. Santa Isabel con Girardi funcionó durante ocho años una lavandería. Su dueño, Ramón Díaz, cuenta que en el último tiempo el negocio no iba tan bien y decidió reinventarlo. Para eso, invitó a su hija, la diseñadora Andrea Díaz, y juntos crearon una boutique que abrió sus puertas hace tres semanas, Le Petit Volant, donde venden ropa vintage y reciclada, accesorios y vinilos.

Cuenta la diseñadora que, estando en el local, se enteró de que la casa del lado oriente -también en el eje Santa Isabel- estaba siendo refaccionada para crear nuevos locales. “Es harta la gente que circula por aquí, sobre todo artistas y personajes ligados a la cultura”, afirma Andrés Díaz.

Más al poniente, cerca de la estación de Metro, un bar se reconvirtió en espacio, Sofa, donde funcionan librerías, cafés y talleres de arte. Al lado, abrió el año pasado una panadería gourmet.

Estos nuevos lugares conviven con antiguos espacios de la avenida, como bares, almacenes de barrio, peluquerías, talleres de autos y ebanistas.