Reviven frontera de guerra de Arauco reconstruyendo sus fuertes olvidados

Por SEBASTIÁN HENRÍQUEZ, El Mercurio

Dañados por el terremoto y sin mantención por décadas:

Mientras la restauración en Nacimiento concluirá en febrero, ya se alistan obras en Santa Juana y Penco.

“Lo más complicado fueron los ladrillos”, dice Juan Sanzana, dueño de la constructora que restaura el fuerte de Nacimiento, en Biobío, uno de los ocho en categoría de Monumento Histórico de la región y el más avanzado en el proceso de reconstruir estas fortalezas, que por décadas habían quedado en el olvido.

Sanzana cuenta que las piezas originales que podían recuperarse se limpiaron, pero que para fabricar los más de 3 mil ladrillos faltantes que se ocupan en los muros, tuvieron que trasladar greda de la zona hasta Los Ángeles. “Allá, unos artesanos la molieron con caballos, secaron los ladrillos al sol y los hornearon con leña”, detalla.

La idea fue ajustarse a la forma original de construcción de 1604, cuando García Hurtado de Mendoza ordenó levantar la fortaleza a orillas del río Vergara para defender la conquista española de tierras de los ataques de mapuches, en plena Guerra de Arauco.

Para pegar estos ladrillos incluso se optó por una amalgama de arena rubia, cal y cemento. “Es parecida a la mezcla que se usó acá”, precisa Luis Pérez, jefe de la obra, y explica que la única diferencia con el mortero que usaron los conquistadores es que ahora se empleó cal en lugar de conchas molidas.

El fuerte había sido restaurado en 2008, pero el terremoto de febrero de 2010 echó abajo los muros recién recuperados. El trabajo de ahora partió en marzo, culminará en dos meses y para ello el Ministerio de Obras Públicas (MOP) destinó $171 millones.

El fuerte de Nacimiento no es el único que se volverá a levantar en la zona de la frontera.

A orillas del río Biobío, en Santa Juana, el 27-F también dejó daños en la fortaleza erigida en el lugar, llamada Guadalcázar. De hecho, un letrero advierte hoy a los visitantes del peligro de rodados. Un estudio en curso del MOP -por $85 millones- determinará cómo se reparará la estructura en 2013. “Es la principal atracción turística de la comuna”, resalta el alcalde Ángel Castro.

En Penco, donde en 1687 se levantó La Planchada para defender a los españoles de piratas que llegaron a la Bahía de Concepción, el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) elabora las bases de la licitación para restaurar el fuerte, proceso que se realizará el próximo año.

La entidad trabaja además en delimitar los paños que ocuparon los fuertes de Cañete, Lota y Colcura para su reconstrucción.

“Éstos fueron destruidos y vueltos a construir varias veces, así que no sabemos con exactitud dónde estaban”, dice Alexis Muñoz, coordinador en Biobío del CMN. Y acota que “el fuerte de Lota, por ejemplo, fue modificado para instalar cañones durante la Guerra del Pacífico”. Las fortificaciones de Los Ángeles y Arauco están en suspenso.

ARENA, CAL Y CEMENTO

Es la mezcla que se está ultilizando para reparar los muros caídos.