Restaurarán Museo Artequin, la joya de la Quinta Normal

Por La Tercera

Las obras en el ex Pabellón París tendrán un costo de $ 40 millones y durarán cuatro meses.

Cuando se construyó el Pabellón París (hoy Museo Artequin) para la exposición por el Centenario de la Revolución Francesa realizada en la capital gala en 1889, una de las condiciones era que cada edificación de los países latinoamericanos debía ser “desmontable”, con el fin de retornar fácilmente a su nación de origen.

Por tal razón, se encargó al arquitecto francés Henri Picq la construcción del edificio. Concluida la exposición, la mole regresó a Valparaíso y fue trasladada en tren a Santiago en 1894.

Así sobrevivió durante 116 años hasta el terremoto del 27 de febrero de 2010, cuando varias de las piezas de este “lego” patrimonial se hicieron añicos y dejaron a la vista los pernos y vigas de fierro del pabellón.

Dos años después, el edificio será reparado gracias a que el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA) otorgó al museo la suma de $ 17 millones para su reconstrucción, que tendrá un costo total de $40 millones.

“Esto nos permitirá llegar a la mayor cantidad de gente posible y tener una oferta más atractiva”, explica Amalia Saavedra, directora de Artequin.

Las 32 partes de las estructuras de concreto que resultaron dañadas por el sismo serán reemplazadas por otras iguales, pero de mayor ligereza y resistencia a los movimientos sísmicos.

Además, se restablecerán los vidrios de la cúpula principal, que hoy está inutilizada, con el fin de que el sol ilumine gran parte del salón principal. En la actualidad, los vidrios de la estructura están rotos y cubiertos con un techo artesanal de zinc.

Un café en el museo

Las obras comenzarán en enero del próximo año y según la planificación del museo tardarían cuatro meses en completarse.

“La reparación nos permitirá habilitar por completo el museo y darle nuevos aires a la construcción”, explica Saavedra.

Dentro de los trabajos de reconstrucción también se contempla instalar un café en el patio exterior del recinto. Este espacio se emplazaría al interior de un contenedor.

“La idea es crear un lugar agradable y que sirva de espera para los visitantes a la muestra de arte. Pensamos en algo simple por el momento, pero después la idea es ir incorporando más atractivos y una mayor oferta gastronómica”, señala la directora.

Actualmente, el museo Artequin tiene un total de 60 mil visitas al año y son principalmente niños los que frecuentan el lugar. El público infantil puede apreciar en el primer piso una serie de copias de pinturas clásicas del arte universal.

En el segundo piso, la muestra se vuelve más lúdica e incorpora apoyo audiovisual y un taller de artes plásticas, donde los niños juegan y pintan con lápices de colores.

“Queremos un museo para todo público y en el que todos pueden participar”, remata la directora.