Carta de la semana: “Santiago trunco”

© Ignacio Paredes; vía Flickr.

A raíz de la demolición del Estadio Club Deportivo Ferroviarios, en el Barrio San Eugenio (Estación Central), el arquitecto Rodrigo Ampuero Villagrán reflexiona sobre la eliminación de infraestructura urbana que ayudaría a la población a disfrutar de áreas de entretenimiento. Además, expone que la falta de estaciones de transporte vinculadas al tráfico aéreo y ferroviario repercute en el sistema de transportes de Santiago, lo que va en desmedro del rol estratégico que cumple la ciudad.

A continuación podrás leer la carta completa publicada en El Mercurio.

Señor Director:

Santiago debe ser una de las pocas megalópolis en vías de desarrollo con una insólita vocación autofágica respecto de su equipamiento e infraestructura. Eliminó una magnífica estación terminal situada en pleno corazón urbano, cuyo mejor destino era precisamente ser el pivote de un tren rápido, eje de la conurbación capital-puerto, intersectando nuestro aeropuerto internacional.

Los expertos en transporte ferroviario coinciden en que los corredores urbanos, irrecuperables, son el activo más valioso del sistema. Espacios para centros culturales hay muchos; para estaciones, pocos.

Santiago cerró el único aeropuerto alternativo con vocación de tráfico nacional con disponibilidad para catástrofes y amenaza otro civil-deportivo, fagocitado por los apetitos inmobiliarios.

En una cuenca saturada con déficit de áreas verdes, con una población sedentaria donde la obesidad asume perfiles de epidemia nos llega la noticia de la demolición del Estadio Club Deportivo Ferroviarios en el Barrio San Eugenio. Antes que considerar la remodelación de este pulmón, EFE propone su cambio de destino y posterior venta para hacer caja.

Asistimos al curioso fenómeno de que mientras la ciudad y su población se expanden, su infraestructura encoge.

Rodrigo Ampuero Villagrán
Arquitecto