Comienzan excavaciones para encontrar la primera Catedral de Santiago

Por Patricio Cofré A., La Tercera.

Las indagaciones de febrero pasado dieron con los cimientos de la iglesia de 1546. En enero próximo, se buscarán muros.

La primera Catedral de Santiago funcionó entre 1546 y 1769 en el mismo lugar donde está la actual, en la esquina norponiente de la Plaza de Armas. Tenía 25 metros de largo, 55 de ancho, pero no daba hacia la plaza, sino que tenía orientación norte-sur. Es decir, su fachada estaba en calle Catedral.

Con el paso del tiempo, ya a mediados del siglo XVIII, su tamaño se hizo pequeño para los 250.000 habitantes de Santiago y fue necesario remodelarla. Sin embargo, cuando estaba en plena ampliación en 1748, un incendio la destruyó y desapareció, así, el edificio más importante de la ciudad durante dos siglos.

De esa iglesia quedaron escasos registros. No existen planos, libros de construcción o croquis que permitan rearmar su historia. Incluso, de la ubicación exacta no quedó referencia alguna. Es por eso que para terminar con el misterio, un grupo de investigadores, encabezados por el jefe del programa de doctorado en Arquitectura y Estudios Urbanos de la Universidad Católica, Fernando Pérez, intervendrá arqueológicamente en enero tres puntos ubicados en los patios de la parroquia El Sagrario y de la misma Catedral.

Con las exploraciones se espera dar un paso definitivo en este proyecto que comenzó en 2010.

Hace nueve meses, el equipo encontró parte de los cimientos de la primera iglesia y ahora, en una segunda etapa, esperan determinar su ubicación y orientación exacta: “Buscaremos el muro poniente. Si lo encontramos y juntamos esa información con los datos históricos que hemos recopilado y con los descubrimientos de febrero pasado, podríamos determinar la posición de la iglesia”, explica Pérez

Actualmente, los expertos esperan los resultados de una prospección geológica realizada en mayo pasado en conjunto con la empresa Geodata para poder determinar con precisión dónde excavar.

Para detectar la presencia de estructuras sólidas bajo tierra se usaron aparatos capaces de mandar ondas subterráneas que, dependiendo de cuánto rebotaban, permitían inferir qué ha- bía abajo (pilares o cimientos). Estos estudios se extendieron por toda la nave central de la Catedral, por el Sagrario y el frontis de estas iglesias.

Lo que viene

En esta segunda etapa, los investigadores se centrarán en tres puntos de excavación -que suman en total 20 m2- entre uno y tres metros de profundidad. “Estamos tratando de reconstruir un momento muy importante para esa manzana y muy interesante para toda la ciudad. La Catedral nueva la podemos ver y tenemos toda su historia en detalle. Pero las huellas de la antigua se han borrado de una forma terrible”, comenta Fernando Pérez.

El equipo investigador sólo dio con un par de datos históricos sobre este antiguo solar. Entre ellos, un intercambio epistolar del obispo Manuel de Alday y Aspee con el rey de España, que da pistas de las medidas de la antigua iglesia. En el documento, encontrado en el archivo de la Catedral, se explica que el templo tiene 67 varas de longitud y 25 y media de latitud, es decir, 55 por 25 metros.

“Una de las teorías que manejamos es que la iglesia habría estado 10 metros más hacia la plaza”, explica la arqueóloga integrante del grupo experto, Claudia Prado.

El financiamiento para estas obras proviene del Fondecyt. Sin embargo, en esta etapa, cuenta Prado, no podrán hacer estudios debajo de la Plaza de Armas. “Pero en un futuro podrían realizarse”. Lo ideal para ella sería también hacer un museo para mostrar los hallazgos hechos sobre la Catedral desde 1998, fecha en que comenzó la construcción del Metro en el sector.

“El museo podría estar in situ para que se puedan ver las excavaciones a través de un piso de vidrio. Pero para eso tiene que existir un lugar adecuado y financiamiento constante”, concluye Prado.