Iglesia La Matriz sorprende a restauradores

Por HERNÁN CISTERNAS ARELLANO, El Mercurio

Templo fundacional de Valparaíso:

Obras de reparación dejaron al descubierto firmeza de la técnica constructiva en adobe de 1837.

A dos semanas de iniciados los trabajos de reparación y consolidación estructural de la iglesia La Matriz, templo fundacional de Valparaíso, la remoción del estuco de cemento que reviste los muros interiores dejó en evidencia que, a pesar de su antigüedad, el edificio -monumento nacional desde 1971- presenta un estado de conservación mucho mejor de lo esperado.

La arquitecta María José Larrondo, coordinadora regional del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), explicó que los daños que provocó el terremoto de febrero de 2010, en particular en el muro trasero, se concentran en el estuco.

“Eso daba la imagen de un daño mayor. Pero los muros de adobe, sobre todo el testero, están en muy buen estado. Ha sido toda una sorpresa. En especial, por ver la grandiosidad de lo bien que fue construido, lo que ha permitido que se mantenga por tantos años”, enfatizó.

Jorge Ferrada, arquitecto de la empresa HB, a cargo de las obras de consolidación estructural, reparación y detención del deterioro de la iglesia La Matriz, destacó: “Lo que se está observando nos ayuda a conocer los procesos constructivos que existieron hace un siglo y medio, para reparar otras iglesias y otros edificios”.

El templo porteño, dijo, es un ejemplo de cómo construir bien empleando el adobe. “Estamos registrando todo el proceso constructivo, de tal manera que nos quede como una enseñanza”, enfatizó.

Una peculiaridad que quedó al descubierto en los muros es el tipo de adobe que se utilizó. “Tiene una proporción poco usual respecto del adobe tradicional utilizado en el campo chileno, donde más se usó. Hay más adobe y un poco más largo al tradicional”, detalló.

Además, cada un metro y 10 centímetros hay una cadena de madera que es de roble. Ésta se encuentra inserta con cola de milano. “Esto crea una estructura muy eficiente para los movimientos telúricos. El empleo del roble, el tipo de encolamiento que existe entre las piezas y el proceso constructivo impecable revelan que la iglesia fue muy bien construida”, agregó.

El mayor daño que tiene el muro testero está en la parte superior, en el cabezal, y corresponde a un antiguo arreglo. “Lo curioso es que la falla se presentó en el arreglo, y no en el muro. No obstante, se va a reforzar estructuralmente todo el muro y va a quedar mucho mejor”, precisó.

Los trabajos, que presentan un 15% de avance, estarán terminados en diciembre, según explicó María José Larrondo.

El proyecto de recuperación es cofinanciado por el CMN -con cargo al Fondo de Reconstrucción del Patrimonio Material-, la Subsecretaría de Desarrollo Regional a través del Programa de Recuperación y Desarrollo Urbano de Valparaíso, y el Fondo de Asistencia Internacional de la Unesco.