Los 120 restaurantes de Santiago libres de humo de tabaco

Por Evelyn Briceño, La Tercera.

Partió en 2011, mostrando seis lugares con esas características, pero hoy ya suma un centenar de asociados. R Un grupo en Facebook cuenta con un mapa que ubica a todos los locales capitalinos donde no se permite fumar.

Gonzalo Palma y su amiga estadounidense Emily Seiter no fuman. Por eso, a mediados del año pasado se les ocurrió postular a fondos de una ONG internacional y medir el material particulado fino (que produce la combustión de la leña, de los autos y del tabaco) en restaurantes y bares de Santiago.

Durante cuatro meses recorrieron 45 locales ubicados en diversos polos gastronómicos de la ciudad y mandaron los resultados para su análisis en EE.UU.

Así, descubrieron que en algunos de esos sitios la concentración de ese material era cientos de veces más alta que las cifras de un día de pre emergencia ambiental en la capital.

Esta situación los impulsó a crear, a fines del año pasado, la comunidad de Facebook Panoramas libres de tabaco, una especie de guía para que los no fumadores elijan un lugar donde no respiren humo.

“Al principio adhirieron sólo seis lugares y hoy ya vamos en 120”, cuenta Palma, quien, además, trabaja en la agrupación sin fines de lucro Chile Libre de Tabaco.

El total de locales asociados se debe a los aportes entregados por los “amigos” del grupo y de los mismos dueños de restaurantes y cafés. Estos lucen adhesivos pegados en sus negocios para que se les identifique como libres de cigarrillos.

Palma agrega que la meta final de esta y otras campañas es lograr una nueva legislación que prohíba fumar en todos los bares, restaurantes y discotecas. “Cientos de estudios han demostrado que los fumadores pasivos se ven tanto o más afectados por el cigarro como quienes sí fuman”, asegura.

Pionero sin tabaco

La Confitería Torres, en sus sedes de Alameda con Dieciocho y Centro Cultural Palacio La Moneda, fue de los primeros en incorporarse a la guía. Uno de sus dueños, Claudio Soto, señala que cuando decidieron liberar sus ambientes de humo, hace cinco años, la clientela se adaptó rápidamente. “No hemos sufrido ni la más mínima merma por tomar esa decisión. La gente se habituó y no tiene ningún problema en salir afuera si quiere fumar”.

Además de éste, también han adherido restaurantes como Bocanariz (barrio Lastarria), Boragó (Nueva Costanera), Les Comperes (General Flores), Il Siciliano y Azul Profundo (ambos en el barrio Bellavista). También, los cafés Coppelia y Starbucks, además de Wonderful (Lastarria) y Melinka (Mosqueto).

La administradora de este último, Raisa Díaz, explica que quienes más aprovechan esta situación son las familias con niños. “Los clientes vienen y disfrutan junto a sus hijos. Nunca nos preguntan si se puede fumar ni menos reclaman porque no se autoriza. Se nota que es un público asiduo que nos prefiere, entre otras cosas, por estar libres de humo”, explica Díaz.