En San Pedro de Atacama se masifica uso de bicicletas y se multiplican los rent a bike

Por Mario Alejandro Rojas, El Mercurio.

Visitantes extranjeros y chilenos impulsan demanda por este medio de transporte:

Arriendos de estos vehículos se realizan por horas y por día. Los turistas reciben mapas, linternas y hasta implementos de seguridad.

Varios de los atractivos del entorno de San Pedro de Atacama (2.500 m) están a corta distancia: entre 3 y 35 kilómetros de este famoso poblado altiplánico.

Un viaje en dos ruedas, pedaleando, permite disfrutar el trayecto y llegar a los lugares más preciados: la Aldea de Tulor, de tres mil años de antigüedad; Laguna Cejar, conocida como el “Mar Muerto” chileno; el Pukará de Quítor, fortaleza indígena ubicada en la cumbre de un cerro; las termas de Puritama; valles de la Luna y de la Muerte, junto a la cordillera de la Sal.

Por eso, desde hace unos cinco años empezó a consolidarse el uso masivo de bicicletas por parte de turistas en San Pedro de Atacama, un destino de interés mundial en la precordillera de la II Región de Antofagasta, donde llegan anualmente unas 250 mil personas, según datos Sernatur.

“Tanto se ha masificado el uso de bicicletas, que tenemos un promedio de dos por habitante -cerca de 20 mil unidades-, con al menos 30 locales que las ofrecen a los visitantes”, explica Yerko Quezada, presidente la Agrupación de Turismo y Medioambiente de San Pedro de Atacama.

A diferencia del resto del país, aquí no abundan los “Rent a Car”, sino que han sido reemplazados por los “Rent a Bike”.

Los turistas extranjeros y chilenos se encantan con este medio de transporte. “Los géiseres del Tatio, las excursiones a volcanes y las lagunas altiplánicas son imperdibles, pero recorrer el pueblo y sus alrededores en bicicleta es barato, sano, eso sí con agua a mano, y también imperdible”, describe Soledad Cárdenas, turista procedente de Concepción.

“También me pasaron casco, mapa, bombín, una cámara de repuesto, y me ofrecieron una linterna por si andaba de noche”, destaca Rosemary Guerra, turista boliviana.

El valor del arriendo es de $3.000 por siete horas, y les resulta conveniente. Lo más caro es $20.000 por persona, cuando se usa el vehículo en tours o paquetes turísticos en que grupos de no menos de siete u ocho visitantes son trasladados en vehículos 4×4 hasta quebradas o dunas, donde se realizan cicletadas.

“A los chilenos les pedimos su carné de identidad y a los extranjeros su pasaporte. Si vienen en grupo, nos basta que una persona se haga cargo del servicio contratado”, dice Fernando Fuentes, dueño de un local de rent a bike en calle Toconao.

Los vecinos también se suman a la oferta. Lilian Riquelme cuenta que “yo tengo tres bicicletas en mi casa, y para muchos es un ingreso adicional, aunque hay que tener tiempo disponible, porque hay que mantenerlas en buen estado y atender a los visitantes”.

Rutas y señaléticas

Ante la proliferación de ciclistas en el poblado y en las rutas aledañas, al municipio le preocupa la seguridad. La alcaldesa, Sandra Berna, dice que pedirá recursos al gobierno regional para el diseño e implementación de una ciclovía de 13 km desde el casco urbano al Valle de la Luna. También quieren que Vialidad dé solución a la falta de señaléticas en las rutas para advertir a choferes de camiones, buses y autos, del paso de los ciclistas.

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20.000 bicicletas se estima que hay en San Pedro, cifra que duplica a los habitantes de la zona.

$3.000 es el precio del arriendo por 7 horas. El cobro más alto es de $20 mil por persona en tours .