Construyen 81 plazas en sitios eriazos que hoy son usados por delincuentes

Proyecto para recuperar áreas para los vecinos y reducir la sensación de temor:

Se espera que a fines de 2012 existan 200 de estos lugares y para 2013 se pronostican 300 más. La inversión inicial es de $3.240 millones.

Por Rodrigo Vergara, El Mercurio.

Es uno de los proyectos estrella del Gobierno y la idea principal es ganar para la comunidad los espacios tomados por los delincuentes. Y, de paso, bajar la sensación de temor, uno de los focos del Ejecutivo, luego de conocidos los altos niveles de miedo que marcó la última Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana (Enusc).

Se trata de la construcción de las primeras 81 plazas ciudadanas en Santiago y regiones, ubicadas, precisamente, en sitios eriazos y abandonados marcados en rojo por Carabineros como foco de delitos y centros generadores de miedo en los vecindarios.

Según el subsecretario de Prevención del Delito, Cristóbal Lira, el catastro de los lugares los obtuvo Carabineros a través de las reuniones periódicas del Sistema Táctico de Análisis Delictual (STAD), modelo en el que se manejan estadísticas de delitos y focalización de los mismos. Así fue posible identificar cerca de 700 de estos lugares, y la idea del Gobierno es intervenir gran parte de ellos hasta el final del mandato.

“Serán lugares donde realmente participe la familia y logremos quitarle ese espacio a los delincuentes o a jóvenes que se dedican a tomar y a consumir drogas”, argumenta Lira.

Lira explica que la inversión aproximada por cada plaza bordea los $40 millones, por lo que el monto inicial alcanzaría los $3.240 millones aproximadamente.

Un total de 25 de estas construcciones se desarrollan actualmente en el Gran Santiago y 56 en regiones. La idea, según Lira, es que durante 2012 se puedan construir, en total, 200 plazas y 300 más el año próximo.

La arquitecta de la subsecretaría, Alejandra Casanova, estuvo a cargo del proyecto. La profesional señala que cuenta con cuatro diseños modulares que poseen, en conjunto, dos condiciones trascendentales. La primera es la visibilidad. “Eso significa que está diseñada con condiciones donde no hay obstáculos visuales. Hay vegetación balanceada, iluminación y en general todo el equipamiento en base a estructuras que sean más bien transparentes. En general, que inviten a siempre mirar para una vigilancia natural”, cuenta la arquitecta Casanova.

Equipamiento

Lo otro es poder instalar equipamiento para habilitar las plazas de acuerdo al perfil del lugar donde están. Esto es, si en el vecindario hay un alto número de personas adultas mayores, la implementación será diferente a si hay una gran cantidad de niños y adolescentes. “Cuando tú dotas un espacio con equipamiento, obviamente es para que la gente lo use”, dice la profesional.

Por lo mismo, se hicieron cuatro propuestas de módulos diferentes y combinables entre sí. Recreativo, con juegos especialmente para niños; deportivo, enfocado a jóvenes y adultos con canchas de básquetbol, baby fútbol y rampas de skate ; sociocultural, con espacios para espectáculos y reuniones al aire libre de los vecinos; y por último, permanencia y tránsito, que apunta a caminatas y descansos con senderos delimitados y mobiliario adecuado.

La idea es poder, de acuerdo al espacio disponible, instalar estos módulos y manejarlos de acuerdo a las necesidades de la comunidad donde estarán insertos. “Esto significa elevar la calidad de vida de estos barrios vulnerables. Lo que estamos promoviendo es que la gente salga del encierro que pueda tener por temor al espacio público”, concluye Lira.