Quillayes y bellotos son los mejores árboles para plantar en Santiago

Se adaptan bien al clima de la capital, consumen poca agua, no tienen plagas y son resistentes a la contaminación urbana.

Por Darío Zambra, La Tercera.

Cuando llegan la primavera y los molestos estornudos, muchos santiaguinos apuntan con el dedo al plátano oriental. Este árbol abunda en las calles de la capital y se puede ver en comunas como Vitacura y Providencia. De hecho, gran parte de los árboles que forman una especie de bóveda en la Av. Pedro de Valdivia son de esta especie. Sin embargo, tiene mala fama, debido a la alergia que su polen produce en algunas personas.

Pese a su reputación, el plátano oriental tiene varias ventajas: es longevo, resistente a la sequía y crece rápido. “Además, filtra mucho carbono, ya que es una de las especies más descontaminantes. Es el árbol urbano por antonomasia en los países occidentales”, asegura el presidente de la Asociación Chilena de Profesionales del Paisaje, Héctor Reyes

Este gremio acaba de lanzar la Guía de Arborización Urbana, en la que se dan a conocer los árboles más adecuados para plantar en los espacios públicos de la Región Metropolitana. El listado tiene 35 especies, entre las que están cedro, palma chilena, níspero, peumo, melia, jacarandá, higuera, espino, olivo y quebracho.

¿Cómo se hizo esta selección? Tomando en cuenta distintos criterios, explica el técnico forestal César Hernández, uno de los autores de la guía. “Se adaptan muy bien a las condiciones climáticas de Santiago, tienen un requerimiento hídrico bajo y son sanos, porque no tienen plagas asociadas”, sostiene el especialista

En la guía, además de especificar las características de cada árbol, se sugieren los lugares más adecuados para plantarlos, ya sea avenida, calle, parque o plaza. En ese sentido, Hernández sostiene que hay tres especies particularmente recomendadas para las avenidas de la capital: el belloto del norte, el quillay y el almez. Se trata de árboles monumentales, cuyas alturas sobrepasan los 15 metros y que, por lo tanto, necesitan espacios donde no haya elementos que impidan su crecimiento, como lo es el bandejón central de una avenida.

“Son de bajo requerimiento hídrico, su crecimiento es rápido, tienen una copa amplia y frondosa y son longevos”, explica Hernández. Además, poseen una buena resistencia a la contaminación urbana.

El quillay, por ejemplo, se ha plantado en las calles Francisco Bilbao, Charles Hamilton y Camino La Posada. “Lo elegimos porque tolera los suelos escasos de agua y resiste el ataque de hongos e insectos”, explica Ricardo Scaff, director de Medio Ambiente de la Municipalidad de Las Condes.

En los planes de arborización de esa comuna también han incluido el almez, que es originario del borde sur del Mediterráneo. “Lo plantamos en Alonso de Córdova, Las Tranqueras y Nueva Las Condes. Su madera es dura y presenta poco desenganche, pero es difícil de conseguir”, aclara Scaff.

Daniel Green, ingeniero forestal de la consultora ambiental Meristema, agrega que esta especie también se encuentra en los parques Bustamante y Balmaceda, en la Plaza Perú y en varias calles de La Reina. “Y casi todos los que están junto a la ciclovía de Antonio Varas son almez”, sostiene.

En Providencia han apostado por el belloto del norte en parques como Uruguay y Tobalaba y en algunos tramos de Los Leones, según detalla el director de Aseo y Ornato de la comuna, Manuel Alba.

“Lista negra”

La idea de crear la Guía de Arborización Urbana surgió tras una asesoría de algunos paisajistas de la asociación a Un Techo para Chile, en la que recomendaban qué árboles plantar en sus proyectos de vivienda.

En el libro también hay una “lista negra”: son 13 especies que, según la guía, no es recomendable que se sigan plantando. Esto, porque se adaptan mal al clima de Santiago y son afectadas por plagas. Es el caso del olmo, el abedul, el álamo, el eucalipto y los cítricos, como el naranjo.