Reconstrucción de Villa Olímpica luego del terremoto alcanza un 25%

Ocho de los 11 bloques declarados “inhabitables” son reparados hace tres meses.

por La Tercera

En enero de 2013, a un mes para que se cumpla el tercer aniversario del terremoto de 8,8 grados que azotó al país en 2010, los 250 propietarios de las viviendas que resultaron seriamente dañadas en la Villa Olímpica podrán volver al fin a sus casas.

Se trata de 268 departamentos ubicados en ocho de los 11 edificios considerados críticos o “inhabitables”, según el estudio estructural encargado por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) a la consultora Sirve. Estos están en los bloques 55, 56, 65, 67, 68, 70, 71 y 72 (ver infografía), en el sector sur del conjunto habitacional concebido hace 50 años entre las avenidas Carlos Dittborn, Lo Encalada, Marathon y Grecia. Los tres restantes, en las calles Los Jazmines y Aristóteles, aún están por licitarse.

Las reparaciones de estos inmuebles apuntan al daño estructural de muros, losas y vigas. Por lo mismo, considera el ensanchamiento de murallas y cabezales, la mejora de balcones y el retiro de las añosas copas de agua en las azoteas de estos inmuebles. También están contempladas las reposiciones de redes eléctricas, agua potable, alcantarillado y gas. Para ello, el monto aprobado en agosto de 2011 fue de $ 10.338.455.000.

En el Minvu explican que para los que aún no entran a licitación se contempla la demolición de todo su cuarto piso, equivalente a 12 departamentos. De éstos, se expropiarán tres, y se firmará un contrato para que sus antiguos habitantes reciban nuevos departamentos en la Villa Canadá, de la misma comuna.

Cabe mencionar que en octubre pasado no hubo oferentes al llamado a licitación pública por estos ocho primeros bloques y, por lo mismo, se declaró desierta. Luego de eso se encargó a las empresas Repes e Isla Grande la reconstrucción, las que se dividieron en partes iguales el número de inmuebles a reparar. Las obras se iniciaron el 20 de enero y debieran ser entregadas, a más tardar, el 23 de enero de 2013.

En lo que respecta a los inmuebles que sufrieron menor daño, algunos contaron con subsidios de la municipalidad, mientras que otros costearon la reparación de forma particular.

La villa histórica

Una vez que el Minvu se hizo cargo de las reparaciones, cada uno de los malogrados vecinos debió buscar un lugar donde vivir mientras se extiendan los trabajos.

Es el caso de Daniel Palma, quien vivía en uno de los 32 departamentos hoy considerados “inhabitables”, en el block 56: “Tuvimos que salir poco después del terremoto. El único que se quedó hasta comienzos de este año, cuando empezaron las reparaciones, fue mi vecino Domingo García”, cuenta. Luego de vivir como allegado donde un familiar, arrienda desde mayo de 2010 un departamento por $240.000 mensuales.

El, su mujer y sus dos hijos llegaron a la Villa Olímpica hace 49 años. Cree que su block fue de los más perjudicados por el terremoto, pero no estaba dispuesto a dejarlo hasta hace poco. Resistió en su departamento hasta que comenzaron las obras y sólo entonces consiguió mudarse a otro edificio, también dañado, pero a pasos de su hogar.

Eso le permite pasar a diario a mirar las obras: “Están hechos pedazos, pero parece un trabajo responsable, muy distinto a lo sucedido después del terremoto del 85, que causó daños similares y no se hizo nada. Esa vez cada cual se rascó con sus propias uñas. Ahora, prácticamente los están haciendo de nuevo”, dice contento.

Daniel Palma es historiador y ve con optimismo los efectos del terremoto: “Es una oportunidad para mirar al futuro y, a la vez, conservar la memoria del barrio”. El es autor de una investigación dentro del expediente técnico con el que él y sus vecinos postulan a la Villa Olímpica como Monumento Nacional, en la categoría de Zona Típica.

Su argumentación se remonta al origen de la que otrora fue la chacra Lo Valdivieso, en la entonces periferia de Santiago. Por su investigación la villa recibió el reconocimiento de la Comisión Bicentenario en 2010, que la distinguió como uno de los 15 proyectos que en el último siglo ayudaron a modificar la imagen y calidad de vida en la ciudad. Eso, a la par con obras como el Aeropuerto Arturo Merino Benítez o la capilla del monasterio Santísima Trinidad de Las Condes.

Este conjunto habitacional, aledaño al Estadio Nacional, fue construido en distintas etapas a partir de 1961, con el objetivo de que las delegaciones de los distintos países que participaron en el Mundial de Fútbol de 1962 se alojaran allí.

Originalmente se llamó Población Exequiel González Cortés y algunas de sus proyecciones jamás se concretaron: como la construcción de 105 bloques de edificios (y no los 82 actuales) que sumaban 2.601 departamentos para 15.458 habitantes, en una superficie de 28 hectáreas. “O un cine con capacidad para 1.500 personas”, cuenta Palma.

Sin embargo, recién inaugurada por la Corporación de la Vivienda, Corvi (encargada de reducir el déficit habitacional de la época), la Villa Olímpica se convirtió en un hito urbano que acaparó las miradas. El conjunto que hoy cuenta con áreas verdes, un supermercado y una escuela, fue visitado por diversos mandatarios, como Joao Goulart, de Brasil, y el mariscal Tito, de la ex Yugoslavia. En 1964, el Presidente de Alemania Federal, Heinrich Lübke, subió hasta la terraza de la torre de 17 pisos del conjunto, sólo para fotografiarse allí junto a su esposa. Era el primer edificio de estas dimensiones para uso residencial en Santiago.