Intendencia elabora nuevo protocolo para las marchas tras desórdenes en Plaza de Armas

El equipo de abogados de la intendencia trabajará durante una semana un documento, para luego entregárselo al Ministerio del Interior.

por El Mercurio

Desde ayer en la tarde, el equipo de abogados de la Intendencia Metropolitana trabaja en la elaboración de un nuevo protocolo para la realización de marchas y manifestaciones en la capital.

La iniciativa fue anunciada por la intendenta Cecilia Pérez, luego que el ministro del Interior (s), Rodrigo Ubilla, le pidiera buscar lugares y horarios que permitan a los vecinos de los sectores de las concentraciones continuar con sus quehaceres.

“El ministro me ha encargado trabajar un protocolo escuchando la voz de quienes representan a estos vecinos, que son los alcaldes de las comunas habitualmente afectadas, particularmente Santiago, pero también Estación Central, Ñuñoa y Providencia”, explicó la intendenta.

El plazo para estudiar este protocolo es de una semana y luego se presentará al Ministerio del Interior.

La petición de Ubilla fue hecha después de evaluar la concentración del miércoles en la tarde en la Plaza de Armas -convocada por la Confech en apoyo a las demandas de los habitantes de Aysén-, que terminó con fuertes disturbios e incluso con fuego en la puerta de la Catedral.

La Intendencia había autorizado sólo una concentración en ese lugar, pero los manifestantes insistieron en marchar hasta la Plaza de la Constitución, petición que fue denegada, porque solicitaron el permiso fuera del plazo. Los desmanes no tardaron en ocurrir y la noche terminó con 45 detenidos. “La estrategia de los grupos que generan violencia ha cambiado. Instrumentalizan todas las movilizaciones y por ello, es que la intendenta tendrá que tomar las medidas, a fin de adaptarse a esta nueva realidad”, dijo Ubilla.

Si bien no hay un catastro de daños materiales a la propiedad pública y privada, los enfrentamientos entre carabineros y manifestantes fueron graves. Un grupo de personas prendió una fogata en la puerta principal de la catedral, la que fue apagada a los 15 minutos por carabineros. También se quemó la puerta de entrada al sagrario y se rompieron los vidrios que dan hacia la Plaza de Armas.

Al lugar acudieron ayer el arzobispo de Santiago, monseñor Ricardo Ezzati, y el alcalde Pablo Zalaquett para observar la magnitud de los destrozos.

“Lamentablemente el daño existe, pero más que lo material, me duele el daño espiritual y moral que estos gestos le provocan al país. La catedral es un símbolo de la historia de Chile y de la fe de los católicos, es por eso que gestos como éstos demuestran que no hay cultura de respeto por las instituciones”, señaló Ezzati.

Para Zalaquett, “lo más doloroso de los incidentes fue lo ocurrido en la catedral, porque esto rompe el alma de Chile. Estas personas ahora destruyen nuestra iglesia, lo que indica que se ha perdido toda la cordura, incluso hacia lo sagrado. Hago un llamado para terminar con este clima de violencia y buscar un camino de diálogo y de respeto”.

Otros inmuebles habían tomado precauciones para evitar los daños. En el Museo Histórico Nacional pusieron guardias y los comerciantes cerraron temprano sus puertas. Aún así, dos sucursales bancarias fueron atacadas y la farmacia de Ahumada con Huérfanos, saqueada.

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1.500

personas participaron de la manifestación.

45

fueron los detenidos por Carabineros.

Nueve

por desórdenes de carácter grave.

33

por desórdenes simples.

Uno

por ocasionar daños a la propiedad pública.

Dos

por oponerse a la acción de carabineros en servicio.
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“A los mismos dirigentes que durante el verano señalaron que iban a buscar otros mecanismos más alegres y creativos para expresarse, les pediría que honren su palabra”.

CECILIA PÉREZ, INTENDENTA METROPOLITANA

“Se ha hecho tradición que a partir de estas autorizaciones (…) haya grupos que se descuelguen con el único objetivo de destruir la propiedad pública y privada”.

RODRIGO UBILLA, MINISTRO DEL INTERIOR SUBROGANTE

General inspector Luis Valdés, jefe metropolitano de Carabineros: “Los encapuchados cada vez son más”

“Quiero partir de una premisa que hay que destacar: cada vez los encapuchados son más. No me voy a pronunciar sobre porcentajes, pero son más. Antes eran grupos minoritarios, pero ahora están tomando el mando de las manifestaciones”. Así lo indicó ayer el general inspector Luis Valdés, jefe metropolitano de Carabineros, al comentar los violentos desmanes cometidos por vándalos durante una concentración de apoyo a Aysén, autorizada en la Plaza de Armas de Santiago.

Respecto de por qué violentistas actuaron descontroladamente, Valdés explicó que se tomó la decisión de no confinarlos, por que eso “era exponer todo el casco histórico de la Plaza de Armas a una batalla campal. Lo que siempre se ha hecho es encauzarlos; en este caso, por Ahumada hasta la Alameda”. “Claro -agrega Valdés-, hubo daños, lo reconozco… Tenemos que ir corrigiendo nuestras estrategias. Ellos (los vándalos) las están adaptando, están cada vez con nuevos elementos. Nos monitorean”.

El alto oficial, además, hizo un llamado de atención respecto de quienes convocan a las manifestaciones: “Si el año pasado los dirigentes no manejaban esto; este año va a ser peor. Menos lo van a manejar. Ellos no se pueden desentender, es una realidad”.

“Es necesaria una modificación legal -recalcó-. Esa ley de orden público que se está propiciando es muy necesaria. Porque al final, el manifestante violento, el encapuchado, no recibe una mayor sanción. No va a control de detención. Se le da una citación por una falta, no paga ni multa. Yo no estoy propiciando criminalizar las manifestaciones. Estoy de acuerdo en que la gente se manifieste, pero hay que estar atentos a la participación de anárquicos y antisistemas que generan incidentes”.

Al ser consultado si existió algún plan para prevenir los hechos violentos, Valdés reconoció que pudieron evitarse episodios como la quema de una garita de Carabineros. “No podemos tener un carabinero por cada negocio en estos casos”, señaló Valdés, quien destacó, además, que “nosotros no somos los que iniciamos los incidentes”.