Bombardeo de nubes se hará por aire en el Norte Chico y por tierra en la zona central

Este programa costará $4.800 millones y durará tres años. En una segunda etapa se infiltrarán napas subterráneas.

por El Mercurio

Las regiones de Atacama, Coquimbo, Valparaíso y del Libertador Bernardo O’Higgins comenzarán a implementar desde mayo el plan del Gobierno para mitigar la escasez hídrica que han sufrido en los últimos años a través de la estimulación de precipitaciones por el bombardeo de nubes.

La intención es dividir el programa antisequía en tres partes. La inmediata es la de estimular las nubes en estas regiones. Mientras en la Tercera y Cuarta Región esto será a través de lanzamiento de bengalas por vía aérea, en la Quinta y Sexta será por vía terrestre.

“Por la geografía de las regiones de Atacama y Coquimbo, y por la topografía de su cordillera, es más difícil llegar a los lugares adecuados para estimular de forma terrestre. La estimulación aérea nos costará 2 millones de dólares (1.000 millones de pesos) al año, mientras la terrestre tiene un costo de $600 millones anuales, pensando en que esto durará, como mínimo, tres años”, dijo a “El Mercurio” el ministro de Agricultura, Luis Mayol.

A mediano plazo, se estudia realizar una infiltración a napas subterráneas. “De hecho, en estos momentos, hay un grupo de la Comisión Nacional de Riego, con algunos privados, que están viendo cómo funciona el tema en Australia”, dijo el secretario de Estado. El plan que mayor tiempo y costo requiere consta de la construcción de embalses en la zona en cuestión, que cuando precipita no es capaz de almacenar el total de la lluvia caída por falta de infraestructura.

Casos por Región

Pese a ser una zona seca en comparación al resto del país, las regiones de Atacama y Coquimbo viven un preocupante momento en temas hídricos, lo que para el ministro Mayol tiene una clara explicación.

“Con toda la actividad de la minería y la agricultura en la zona, la demanda de agua es mucho mayor, y esa misma demanda ha hecho que más gente vaya a vivir a las ciudades, lo que implica la necesidad de mayor agua potable”. Además criticó que “en los últimos 20 años la Dirección General de Aguas (DGA) no hizo un estudio fino para otorgar derechos, y hay zonas como Copiapó en las que se otorgaron derechos para utilizar agua por unas tres o cuatro veces más que el agua que realmente estaba disponible para ser utilizada”.

La Región de O’Higgins es la que más experiencia tiene en el bombardeo de nubes. Robert Hilliard, gerente de la Junta de Vigilancia del Río Cachapoal, cuenta que “entre 1999 (año de una de las peores sequías) y 2002 empezamos a hacer un plan piloto. Después volvimos en 2008, y en los últimos años hemos tenido un gran aprendizaje con respecto a este tema”.

Hilliard cuenta que “aprendimos que no sacamos nada para hacer llover en invierno, porque el agua se desperdiciaba al no haber embalses. Entonces decidimos inclinarnos por la nieve. Aprendimos que los generadores había que ponerlos en la misma cordillera. Nos enfocamos en el río Coya (que abastece a Codelco) y el Pangal, que está estimulado en un 60% como agua de riego para la mina”.

Añadió que “estos intentos incrementan las precipitaciones entre un 10% y un 15%, con posibilidades de alcanzar un 20%”.

El ministro Mayol señala que “el problema de la Sexta Región hacia el sur es menor, ya empezaron las lluvias y estamos con superávit. De ser necesario, en esas regiones vamos a tomar medidas. Ya es el tercer año de un verano seco, pero hemos tenido sequías mucho mayores que la que sufrimos ahora, y el Gobierno está tomando cartas en esto”.

PARA LA REGIÓN METROPOLITANA
No hay planes de estimulación de nubes en el corto plazo.