La iglesia San Francisco de Curicó será antisísmica y contará con un museo

El municipio también contempla remozar la plaza y los barrios adyacentes a este Monumento Nacional.

por Sergio Bustos El Mercurio

Dotada de tecnología antisísmica, con techumbre de cobre envejecido y remozados espacios abiertos al uso público, se proyecta la restauración de la iglesia San Francisco de Curicó, histórico templo que perdió su fachada y sus muros interiores quedaron severamente dañados luego del terremoto del 27-F.

El anteproyecto de reparación -financiado con recursos del Programa Puesta en Valor del Patrimonio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID)- está en su fase final y se encuentra a la espera de ser aprobado por el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN).

“El objetivo es recuperar la imagen patrimonial de la iglesia, rescatar su esencia arquitectónica original y que cumpla las normas sísmicas vigentes”, explica Nayib Tala, director regional de Arquitectura del MOP.

La iglesia, declarada Monumento Nacional en 1986, es un ícono arquitectónico de la ciudad y fue construida en su actual ubicación en 1758. Sucesivos sismos obligaron a la Orden Franciscana a demolerla para levantar un nuevo templo, de estilo neogótico y albañilería de ladrillos, entre 1880 y 1899.

Luego, el templo fue afectado por los terremotos de 1906, 1928 y 1985, pero no sucumbió. Para el del 27-F, en cambio, su fachada principal se desplomó, lo que causó gran impacto en la comunidad curicana.

El anteproyecto de reconstrucción considera reponer el frontis con una estructura de hormigón armado que deberá recuperar la imagen original. También se fortalecerán con este material las paredes de la nave central que resultaron dañadas.

Otro aspecto relevante es que en el acceso, la torre será replicada con la singular aguja de 40 metros de altura que tenía hasta antes del terremoto. “Ha sido un proceso muy participativo. La gente nos ha corregido. Propusimos hojalatería para la techumbre, pero los vecinos querían cobre y lo gestionarán con Codelco”, afirma el arquitecto Claudio Navarrete, a cargo del diseño.

El plan aspira a reparar el convento que se sitúa contiguo a la iglesia y que dejó de ser ocupado por la Orden Franciscana hace 25 años. Allí se proyecta implementar un museo con piezas religiosas históricas. “La comunidad no tenía acceso al convento, por eso la idea es dotarlo de una muestra museográfica y realizar eventos que permitan reunir fondos para la futura mantención de la iglesia”, comenta Juan Carlos Olave, director ejecutivo de la Comisión Diocesana de Reconstrucción del Obispado de Talca.

Además, el municipio ejecutará un proyecto integral por $250 millones para remozar la plaza Luis Cruz Martínez, emplazada frente a la iglesia San Francisco. El espacio tendrá nuevas áreas verdes, mobiliario urbano e iluminación. “Es un barrio donde se escribieron páginas importantes de la historia de Chile y nuestra intención es recuperarlo. El convento sirvió de refugio para tropas patriotas y realistas y allí también se emplazó la escuela San Antonio, la primera de Curicó”, afirma el alcalde de la ciudad, Hugo Rey.

Entre los atractivos históricos que posee la iglesia San Francisco se encuentra la tumba del patriota tenino Francisco Villota, quien fue enterrado debajo del altar por sacerdotes franciscanos, tras caer muerto en combate por tropas españolas en 1817.

En marzo, el CMN podría aprobar el anteproyecto. A mitad de año se podrían licitar las obras que se estima costarán al menos $1.500 millones. “Si somos optimistas, a fines de año podrían partir los trabajos, que se extenderán por lo menos por un año y medio más”, anticipa Olave.