Intervención Urbana: Cosas que me gusta hacer, porque si

Por Antonia Landa y María Luisa Portuondo. Laboratorio Escénico Visual

Cosas que me gusta hacer, porque si es la primera de una serie de instalaciones urbanas que hemos proyectados en el Laboratorio escénico visual con el fin de fortalecer el vínculo entre el ciudadano y su ciudad.

Desde hace un tiempo hasta hoy, nos ha rondado la idea de poder sacar los sucesos artísticos de las plataformas convencionales para establecer una relación distinta con la audiencia. Es así como creamos esta primera obra, con el único fin de procurar belleza al ciudadano común, que mientras da un paseo familiar o saca a pasear a su perro, se ve enfrentado a una acción de arte insertada en su espacio cotidiano.

Nos abrimos ante la interrogante respecto a ¿De qué manera las expresiones artísticas pueden contribuir a fortalecer el vínculo entre el habitante y la urbe? Nos apetece observar como las instalaciones de la serie Cosas que me gusta hacer, porque si invitan al transeúnte a detenerse frente a aquellos espacios a los que podríamos denominar no-lugares; es decir, sitios que existen, pero que no forman parte de la historia del ciudadano, porque éste no lo ha integrado como algo que le es propio. Creemos que al apropiarnos de estos no-lugares, instalando sobre ellos un hecho artístico, el transeúnte logra hacer el proceso de identificación y por tanto desde ese momento en adelante su vínculo con el entorno se modifica, ampliándose asimismo su capital cultural y el de la nación.

La mayor cantidad de personas que se vieron enfrentadas a la instalación hecha en el Parque Forestal respondieron ante ellas sacándose fotos, inmortalizando el momento en que su historia entró en comunión con la historia de ese árbol en particular. Es este ejercicio el que queremos incitar; el de enlazar al individuo con aquello que le pertenece.