Bisnieta de Baldomero Lillo va al rescate de Lota

Tras dos procesos de reparación, el circuito turístico reabrió en septiembre y se buscará potenciar los cuentos del novelista y las instalaciones.

por Sebastián Henríquez El Mercurio

El Chiflón del Diablo, la conocida mina lotina que se adentra bajo el fondo del mar, es el escenario de uno de los más conocidos relatos que escribió Baldomero Lillo en su libro Subterra. Cien años después de la publicación del texto que da cuenta de los contrastes sociales durante la época del auge del carbón, la bisnieta del escritor, Lorena Lillo, se hará cargo de reimpulsar el circuito turístico Lota Sorprendente.

Este fue creado tras el cierre de la mina en 1998, como una forma de paliar los efectos del término de la principal actividad económica de la comuna. Con los años, el circuito se convirtió en una de las principales atracciones turísticas del sector y entre sus instalaciones se cuenta el yacimiento, el parque Isidora Cousiño y el museo histórico de la ciudad. En 2009, el año antes del terremoto que dañó sus instalaciones, 220 mil turistas visitaron el lugar.

Lorena preside la corporación Baldomero Lillo, que desde el 15 de enero administrará este polo turístico luego de que la Fundación Chile, encargada del circuito, devolviera la administración a Corfo.

La corporación fue fundada en 2003 con el fin de preservar y difundir el patrimonio del autor. Lillo cuenta que a poco andar se dieron cuenta de que su bisabuelo “era más que su obra”, pues el “milagro de sinceridad” de sus relatos lo llevaron a mostrar la realidad de las minas. “En ese tiempo estábamos todos encandilados con la luz eléctrica”, comenta. De hecho, la electricidad llegó a Chile por primera vez precisamente a Lota, en la planta generadora de Chivilingo, una de las atracciones del circuito.

Por acontecimientos como ese, Lorena afirma que la obra de Lillo es “absolutamente reconocible” en Lota Sorprendente. El Chiflón, las “Isidoras” (como se conoce a las guías del parque Isidora Cousiño) permiten “vivenciar”, según Lorena, el patrimonio de su bisabuelo. Consciente de que hay “una relación simbiótica” entre el patrimonio del escritor y las instalaciones turísticas, la primera misión de Lorena será potenciar esta relación. “Es una buena forma de hacer un bonito homenaje”, comenta.

La concesión fue realizada por Corfo y contempla una duración de hasta 20 años. Actualmente, Lorena Lillo trabaja en forjar alianzas con empresas de la zona para potenciar el circuito, que debió enfrentar costosas reparaciones en 2010 y 2011.

Luego de que cerrara por los daños causados por el 27-F, las instalaciones abrieron sólo unos meses, luego volvieron a cerrar y recién en septiembre pasado se terminaron los trabajos. En total, se invirtieron $391 millones. Casi la mitad se pagó con las entradas de los 141 mil turistas que llegaron, mientras que el resto lo financió Corfo y la Fundación Chile.

”Hay una relación simbiótica entre Baldomero y el circuito turístico y ésta es una bonita forma de hacer un homenaje.”

LORENA LILLO, Presidenta Corporación Baldomero Lillo.

Empleo local

El circuito Lota Sorprende deja, en un año normal, cerca de $1.200 millones en ganancias. Luego de estar cerrado seis meses por los daños que le dejó el 27-F, en 2010 recibió 141 mil visitas. El año pasado nuevamente fue cerrado para hacer arreglos y desde septiembre llegaron cerca de 60 mil turistas. La concesión del circuito buscará que el 98% de los empleos se entreguen a los habitantes de la comuna.