Expertas francesas asesorarán restauración de mural del ex Hotel Carrera

La obra está pintada sobre cristales opacos que se desprendieron y quebraron con el terremoto del año pasado.

por Darío Zambra La Tercera

En el ex Hotel Carrera, que funcionó durante 65 años en la esquina de Teatinos con Agustinas, estaban tres de los restaurantes más elegantes del centro de Santiago: el Copper Room, el Roof Garden y El Jardín Secreto. Este último estaba ubicado en el lobby del segundo piso y a él se accedía a través de la escalera que estaba justo en la entrada del hotel.

Mientras cenaban, los comensales de El Jardín Secreto disfrutaban de una vista privilegiada del Palacio de La Moneda y de la explanada que hoy es la Plaza de la Constitución, pero también apreciaban un enorme mural que estaba desplegado por las paredes del restaurante. La pintura estaba ahí desde la inauguración del hotel, en 1940. Fueron los mismos arquitectos que diseñaron el edificio de estiló art decó, Josué Smith y su hijo del mismo nombre (autores de la fachada sur de La Moneda y del inmueble del Ministerio de Hacienda), quienes encargaron esta obra al muralista Luis Meléndez.

Cuando en 2004 el Hotel Carrera cerró y el edificio fue remodelado para albergar al Ministerio de Relaciones Exteriores, una de las cosas que se mantuvo intacta fue el mural. Sin embargo, el terremoto de 2010 dejó la obra bastante dañada. Por eso, entre febrero y marzo próximos llegará a Chile un equipo de dos expertas francesas que asesorará su restauración.

Desde el Louvre

El mural es especial. Está pintado sobre placas de marbrite, un cristal opaco que se utilizó mucho en edificaciones en Europa en la primera mitad del siglo XX. Son 279 vidrios que están adheridos a las paredes del espacio que hoy ocupa uno de los halls de la Cancillería. La obra tiene una superficie total de 300 m2 y sus imágenes representan escenas del Descubrimiento de América, la llegada de los españoles a Chile y una ceremonia inca. El mural es el único en su tipo que existe en Chile y también uno de los pocos en marbitre que hay en América Latina.

Pero debido al terremoto hoy está en mal estado. Varios de los cristales se cayeron, otros se quebraron y algunos están a punto de desprenderse de los muros. “Además, la obra ha sido intervenida varias veces y tiene muchos materiales ajenos a su técnica general”, explica Carolina Osses, profesional del Centro de Restauración y Conservación de la Dibam, el organismo que está asesorando el proceso de restauración.

Fue precisamente esta institución la que recomendó buscar en el exterior el apoyo de expertos en restauración en vidrio, debido a la complejidad de la tarea y a que en Chile no existen especialistas en esta materia. A comienzos de este año, la Cancillería inició las gestiones ante la embajada de Francia para traer profesionales de ese país, uno de los que tiene mayor experiencia en este tipo de obras. Fue así como se gestó la visita de las francesas Monika Neuner y Virginie Trotignon, dos expertas que trabajan en forma independiente y que han realizado restauraciones de pintura sobre vidrio en el Museo de Louvre y en el Palacio de Versalles.

Ambas profesionales llegarán entre febrero y marzo y se quedarán en Santiago una semana. Durante su estadía, analizarán el estado del mural y luego prepararán una estrategia de restauración. “El mural nos pareció una obra preciosa y por eso decidimos ayudar a su recuperación con la asesoría de estas dos expertas que son de muy buen nivel”, explica Patrick Bosdure, Consejero de Cooperación y de Acción Cultural de la Embajada de Francia. La visita es financiada por el gobierno de ese país y el Instituto Franco-Chileno.

Las propuestas de las especialistas se sumarán al análisis que ya ha realizado el Centro de Restauración y Conservación de la Dibam. Una vez que esté listo el diagnóstico, debiera comenzar la restauración en sí, proceso que encabezará el Ministerio de Relaciones Exteriores.