Más vías no son la vía. El problema de las autopistas elevadas

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La imagen del automóvil como símbolo del progreso, lujo y del estilo de vida americano, hoy ha ido cambiando. La construcción de autopistas y vías elevadas de circulación vehicular, se presenta hoy como un elemento cada vez más nocivo para las ciudades, que provoca cicatrices urbanas y segregación de barrios que quedan divididos por estas inmensas infraestructuras. Las vías elevadas para el transporte vehicular son prueba de una concepción de la movilidad en la ciudad que es necesario ir cambio en pro de un sistema más sostenible de transporte y movilidad urbana.

En este video, ciudadanos de Guadalajara exponen sus preocupaciones y temores en relación a este tema, a propósito de la recién anunciada construcción de una autopista elevada que conecta la ciudad de oriente a poniente. La respuesta de los expertos: más segregación, inequidad y contaminación. La respuesta de los ciudadanos de Guadalajara: movilidad sustentable, transporte público, integración y mejor calidad de vida.

Una de las barreras que todavía hoy se hace difícil superar, es el símbolo social que representa el automóvil, como signo de estatus y como un mecanismo para evidenciar el éxito económico. Sin embargo esta concepción ha ido cambiando en pro de la generación de una conciencia que apunta hacia la valorización de las ciudades caminables, del rol del peatón y los ciclistas, y hacia una conciencia ambiental que promueve el uso de mecanismos limpios que permitan la movilidad.

En Abril de este año fue anunciado para la ciudad de Guadalajara, México, el proyecto de una autopista que atraviesa, en 23 kilómetros, toda la ciudad de oriente a poniente. Ante los videos de renders y la publicidad que pensaba hacerse a favor de la autopista elevada, el Centro de Transporte Sustentable, decidió ir a preguntar a destacados expertos a York, Inglaterra, sobre las consecuencias de esta infraestructura. Las respuestas fueron claras: “se eleva la contaminación, se incrementa la inequidad de la ciudad”, “las repercusiones de este tipo de proyectos son de largo alcance y negativas”.

Las vías elevadas generan sombra, desvinculan a los lugares del resto de la ciudad, producen cicatrices urbanas y lugares muy difíciles de recuperar para el peatón y el resto de la ciudadanía. Los barrios preexistentes quedan divididos con la llegada de una autopista elevada, ya que quedan desconectados e incomunicados entre los dos sectores.

En el video, se mencionan como ejemplo, las transformaciones de ciudades emblemáticas como Boston, que ya comenzaron a enraizar un cambio en el paradigma del automóvil como método más eficiente de transporte. De esta forma, se han generado planes de transporte público mucho más efectivos. También mencionan el caso de Seúl, donde se destruyó una autopista de doble piso, recuperando un río natural que había por debajo,  y devolviéndole a la ciudad un importante espacio público que había sido perdido.

Esta es una problemática que sigue involucrando a muchas ciudades en el mundo, y este tipo de iniciativas que promueven menos vehículos para generar mejores espacios públicos en la ciudad, nos muestra algunas de las razones que nos hacen a todos, como ciudadanos, partícipes de planear y mirar las ciudades hacia el futuro.