Grave daño en iglesia patrimonial reparada con cemento y estucos

Consejo de Monumentos Nacionales paralizó obras y denunció que no cumplieron sus requerimientos, como el resguardo arqueológico. CDE presentará querella.

(El Mercurio – 22/08/11)
Por Mario Alejandro Rojas

La aldea atacameña de Conchi Viejo, ubicada 80 km al este de Calama y a más de tres mil metros de altitud, tiene sólo dos habitantes permanentes y un ícono que trasciende al poblado: su iglesia.

El templo y su tradicional campanario, los muros de adobe decorados con frescos del siglo XIX y el techo de paja brava cubierto con barro son su principal patrimonio, y monumento nacional desde 1996. Al conjunto se suma el piso y sendero peatonal construido con rocas extraídas de canteras cercanas, un cementerio y milenarios sitios arqueológicos que rodean la edificación.

Todo estaba casi intacto desde hace siglos… hasta este año. Un trabajo de restauración le causó serios daños luego que los muros exteriores, el campanario y el piso fueran encementados, los frescos tapados con estucos y el cementerio intervenido.

Aunque la restauración del templo la había aprobado el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), no se respetaron los términos en que se autorizó el permiso. Las obras estuvieron a cargo de constructoras de la región y comuneros de aldeas cercanas, como Caspana y Río Grande, encargados de las terminaciones.

Emilio de la Cerda, secretario ejecutivo del CMN, dijo que las obras fueron paradas en mayo. “Es un daño grave y los trabajos fueron distintos a la ejecución planeada. Se colocaron mallas soldadas en muros, se sacaron pinturas del interior de la iglesia y el arreglo de pisos se hizo sin prospecciones arqueológicas”, explicó.

Agregó que, en general, el CMN no ejecuta los proyectos, sino que revisa las propuestas y define lineamientos. El Centro Nacional de Conservación y Restauración enviará a tres expertos a analizar los daños.

El caso fue denunciado en abril ante la fiscalía de Calama por los fabriqueros -comuneros encargados de vigilar el pueblo, la iglesia y sus reparaciones-, liderados por Rosa Galleguillos. “El estucado es grotesco y se perdió la piedra original. Llegaremos hasta las últimas consecuencias, porque hubo intervenciones supervisadas por la directiva de la comunidad que no fueron autorizadas por Monumentos”, dijo.

Esto motivó la intervención del Consejo de Defensa del Estado. El abogado Carlos Bonilla, su procurador fiscal en Antofagasta, dijo que a más tardar la próxima semana presentará “una querella en el tribunal de garantía de Calama contra quienes resulten responsables del daño patrimonial”.