La cruzada contra los grafitis de los vecinos del barrio Parque Forestal

Los residentes del sector implementan un proyecto para terminar con los rayados que abundan en sus fachadas.

Por Darío Zambra

No todos lamentaron la eliminación de la selección chilena de la Copa América. Algunos respiraron aliviados de que los hinchas no salieran a la calle a celebrar, en especial, los vecinos de Plaza Italia, epicentro de los festejos. “Nos vamos a evitar todas las celebraciones futuras del campeonato”, asegura Carlos Pérez, dueño de la tienda del mismo nombre y vecino del sector del Parque Forestal. “Como estamos al lado de Plaza Italia, cada vez que festejan pasan rayando con spray las fachadas del barrio”, agrega.

Las consecuencias de las celebraciones están a la vista. Gran parte de los inmuebles del sector tienen rayados de todo tipo y se han convertido en un dolor de cabeza para los vecinos del Parque Forestal. Por eso, en los últimos meses decidieron llevar a cabo una especie de cruzada en su contra y ya tienen en marcha un proyecto para terminar con estos rayados.

Lo que harán será borrar los grafitis que están en las fachadas de las casas y edificios afectados. Luego, los inmuebles serán pintados y se les aplicará una cera que evitará que los rayados se adhieran a los muros. “Podrán rayarlos, pero después podremos limpiarlos fácilmente con un paño húmedo”, explica Marcela Doggenweiler, residente del sector.

Algunos inmuebles están más afectados que otros, en particular los de las esquinas. El edificio de estilo francés de Lastarria con Merced tiene varios grafitis superpuestos. Y en la esquina de Rosal con Victoria Subercaseaux está uno de los más rayados y que será uno de los primeros en ser pintados: ahí los trabajos comenzarán este fin de semana.

“Nosotros somos como el jamón del sándwich, cada vez que hay celebraciones y protestas rayan nuestras casas. Es horroroso. Los administradores ya están cansados de pintar una y otra vez”, sostiene Doggenweiler.

En una primera etapa, todas las obras serán financiadas por los mismos habitantes del barrio. La junta de vecinos pondrá la pintura y la cera, mientras que los dueños y administradores de las propiedades beneficiadas costearán la mano de obra. En una segunda etapa, la idea es financiar la pintura con recursos de la municipalidad, ya que la junta de vecinos presentó este proyecto a un programa comunal de seguridad, lo que permitirá abarcar más edificios. “Según sabemos, va bien encaminado”, afirma Héctor Vergara, presidente de la organización.

El dirigente cuenta que, además, están convocando a participar a los dueños de cafés y restaurantes. En la esquina de Lastarria con Villavicencio está la Casa Observatorio, donde funcionan el café del mismo nombre y el restaurante Puerto Lastarria. El edificio de cuatro pisos, restaurado hace cinco años, luce un color rojo colonial que le fue aplicado en abril. Sus muros están entre los favoritos de los grafiteros. “Todos los fines de semanas aparecen con rayados”, sostiene Nicole González, de Casa Observatorio.

Este fin de semana no fue la excepción. El lunes en la mañana una trabajadora del lugar limpiaba un grafiti recién hecho con agua y detergente. Pese a los intentos, el rayado apenas salió y una mancha quedó a la vista.