Vecinos de Farellones y El Arrayán se alistan para el invierno a dos años de alud

Por primera vez, la Municipalidad de Lo Barnechea realiza una limpieza de las quebradas del sector, por las que escurre el agua naturalmente.

por Bernardita Alvarez
(La Tercera – 31/05/2011)

Los habitantes de Camino a Farellones y El Arrayán saben que no lo cuentan dos veces. Después del alud ocurrido por las fuertes lluvias el 6 de septiembre de 2009, los vecinos de este sector de Lo Barnechea ya se están preparando para que las precipitaciones del próximo invierno no provoquen destrozos en sus casas.

Los Aldunate Montégu sobrevivieron a la tragedia de la avalancha. Ubicados en el kilómetro 6 del Camino a Farellones, ese día, cerca de las 14 horas, una gran roca de dos metros de diámetro cayó sobre el dormitorio matrimonial, la casa se inundó de barro y los muros que rodeaban la vivienda colapsaron. Dos años han estado arreglando todo lo que el alud echó abajo. Junto a sus hijos y a varios amigos de éstos, se preocuparon de sacar todas las rocas de su casa al día siguiente del suceso. Después siguieron con la reconstrucción de los pilares del primer piso, la terraza y las pircas. Estas últimas las alzaron hasta los tres metros (con fierros y hormigón) para hacerlas más resistentes. “Nos preparamos para el invierno y para la vida, por si pasa cualquier cosa”, cuenta la dueña de casa y pintora Ana María Montégu.

Limpieza de quebradas

La Municipalidad de Lo Barnechea es primera vez que lo hace: en verano de 2011 empezó a limpiar las principales quebradas del sector, por las que escurre el agua de forma natural cuando llueve o se derrite la nieve. Para eso contrató a un grupo de expertos, entre topógrafos, geólogos e ingenieros, que hicieron un catastro del estado de las quebradas, para saber cuáles intervenir y de qué forma.

Hasta ahora, ya se han despejado las quebradas de Huallalolén -ubicada en El Arrayán y que da hacia el estero del mismo nombre- y la de Ñilhue, que llega al Camino a Farellones. La próxima semana se iniciarán los trabajos en la Quebrada Novillo Muerto -que llega al Camino El Cajón, por El Arrayán- y donde resultaron damnificadas cuatro casas. Luego será el turno de las quebrada 1 y 2, que se ubican en el Camino Bollenar, también en El Arrayán. En total, el municipio ha invertido $ 27.501.460 en esta tarea, que pretende impedir futuras inundaciones.

“Las quebradas son responsabilidad del Ministerio de Obras Públicas, tal como los cursos de agua. Lo que ocurre es que en la práctica el ministerio no lo hace. Por eso, lo estamos haciendo nosotros”, explica el alcalde de Lo Barnechea, Felipe Guevara. La autoridad cuenta que, además, hace dos semanas la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) hizo una inspección aérea y terrestre por el sector y comprobó que los trabajos que se habían hecho eran los adecuados para el invierno.

El trabajo no sólo se concentró en las laderas, sino también en la reparación de veredas y soleras, además del recarpetamiento de calles y la compactación de caminos de tierra. Fuera de eso, las juntas de vecinos de El Arrayán iniciarán la próxima semana una campaña para mantener limpias las quebradas (libres de basura, diques y sedimentos varios) y también las canaletas y pozos sépticos de cada vivienda, ya que el sector no cuenta con alcantarillado. “Entregaremos folletos y junto al municipio llamaremos a los vecinos para que cada uno se preocupe de la limpieza de las quebradas y canaletas de su casa”, cuenta Alexis Yáñez, presidente de la Junta de Vecinos Cajón de El Arrayán.

Cota mil

El alcalde Guevara ha presentado demandas en contra de cerca de 100 viviendas de la comuna, por haber construido sin los permisos necesarios y sobre la cota mil. “Está prohibido sobrepasar ese límite, porque está considerada como zona de preservación ecológica”, explica.

Los vecinos se quejan de lo mismo. “Se han levantado casas que tapan las quebradas y las caídas de agua natural. Y contra eso no hay trabajo de invierno que sirva”, acusa Yáñez.