Alemania y Suiza abandonan la energía nuclear, pero Europa está lejos de cerrar sus reactores

Países industriales son dependientes para cubrir su demanda energética. “Es una realidad y seguirá siendo”, dicen en la UE.

(El Mercurio – 31/05/2011)

Alemania se convirtió en la primera gran potencia industrial que renuncia a la energía atómica, al decidir el cierre de sus últimos reactores en 2022.

“Somos la primera gran nación industrial que da el viraje hacia las energías renovables”, dijo ayer en una conferencia de prensa la Canciller alemana Angela Merkel, que agregó que Alemania asumía un papel de “precursor” en el mundo.

La preocupación sobre la seguridad del átomo, atizada por el grave accidente de la central nuclear japonesa de Fukushima, llevó a Alemania y Suiza a abandonar esta forma de producción de electricidad. Sin embargo, la energía nuclear está lejos de acabar su producción en Europa.

El anuncio hecho por Alemania no ha sido una sorpresa. La decisión del gobierno de Merkel confirma un calendario adoptado en 2000, que últimamente se convirtió en una de las promesas más importantes del inicio de su segundo mandato, que fue también una de las principales de su campaña para las legislativas del otoño boreal 2009.

En cambio, la decisión de la Confederación Helvética fue más sorprendente, ya que Suiza tenía previsto construir nuevos reactores, señaló France Presse.

“Importar energía”

La energía nuclear también está en el centro del debate en Bélgica, con una salida planificada para 2025, y en España, con el cierre de reactores que llegan al fin de su vida útil. Pero tanto en Bruselas como en Madrid, los dirigentes se interrogan sobre las consecuencias para el suministro. “En caso de cierre, habrá que importar energía probablemente de Francia, y por tanto producida por el sector nuclear”, subrayó el ministro belga de Energía, el socialista Paul Magnette. “Alemania corre el riesgo de encontrarse con una política energética muy irregular”, dijo por su parte el ministro sueco del Medio Ambiente, Andreas Carlgren, muy crítico con la decisión de Berlín, pues para compensar, Alemania tendrá que utilizar al máximo sus centrales de carbón que generan emisiones de C0 {-2} . La generación de electricidad en Alemania durante 2010 se originó en un 41% del carbón.

La agencia de energía alemana Dena advirtió que se pueden producir apagones si se mantiene la sequía de los últimos meses en verano, señala EFE.

Actualmente, muchas centrales hidroeléctricas no funcionan completamente porque el nivel del agua de los ríos y los lagos es más bajo de lo normal, lo que también dificulta la producción de las centrales térmicas de carbón, porque no llega el combustible por barco.

Las decisiones de Alemania y de Suiza no parece que vayan a influenciar en la detención de otros proyectos en Europa, consigna AFP.

“No es la elección” de Francia, dijo ayer el Primer Ministro francés, François Fillon.

Eslovaquia y Eslovenia también confirmaron la opción de la energía nuclear civil, ya que son muy dependientes para cubrir sus necesidades energéticas.

En Asia, Japón no pretende renunciar al átomo, y China prevé 34 proyectos nuevos, de los que 26 ya están en construcción.

Pero la decisión alemana y suiza podría pesar en los debates en Polonia e Italia, donde el Jefe del Gobierno italiano Silvio Berlusconi tuvo que congelar sus planes para un retorno a lo nuclear, opción abandonada en 1987.

Los ecologistas y los socialistas del Parlamento Europeo quieren que se acelere el proceso para abandonar la energía nuclear. Pero la Comisión Europea ha echado un jarro de agua fría a sus esperanzas.

“El 30% de la electricidad en la Unión Europea procede de la industria nuclear”, recordó recientemente el comisario de Energía Günther Oettinger.

Greenpeace está convencida de que las energías renovables, sobre todo la solar y eólica, pueden tomar el relevo y cubrir el 68% de las necesidades energéticas de la UE a partir del 2030 y del 99,5% en 2050.

Pero para ello se necesita que la energía nuclear ceda su acceso prioritario a las redes de transmisión eléctrica y que los estados de la UE realicen enormes inversiones.

“La energía nuclear es una realidad, y lo seguirá siendo durante cierto tiempo”, señala la comisaria del Clima, Connie Hedegaard, resumiendo el sentimiento mayoritario en la Unión Europea.

Rusia tiene 32 reactores y se están construyendo otros 11. Las centrales operativas aportan un total de 22 gigawatts.