La larga historia del mayor proyecto de represas que se construirá en Chile

Desde la década de 1960 que la idea de instalar represas en Aysén es analizada por el Estado.

 Por Silvia Véliz
(Diario Financiero – 10/05/2011)

Casi tres años duró la tramitación ambiental del proyecto HidroAysén. Su historia, sin embargo, es de larga data. Fue en la década de 1960 cuando el Estado comenzó a realizar diferentes estudios para aprovechar el potencial de los ríos Báker y Pascua.

Sin embargo, tuvieron que pasar más de tres décadas para que Endesa, la mayor eléctrica del país, decidiera darle forma a la iniciativa para construir el mayor proyecto hidroeléctrico de su tipo en cuanto a área inundada, capacidad de generación (con 
2.750 MW) y una inversión de US$ 7.000 millones, que incluye el desarrollo de las centrales y la construcción de una línea de transmisión.

La oposición al proyecto se organizó fuertemente en 2006. El mismo año Colbún -del grupo Matte-, inició las negociaciones para incorporarse a la iniciativa. Su ingreso se cerró en septiembre, quedando Endesa con un 51% de la participación y Colbún con un 49%.

En 2007 la sociedad decidió modificar el proyecto original, reduciendo un 36,5% el área a inundar, bajándola de las 9.100 hectáreas a 5.910 hectáreas, pero sumando una quinta central.

Fue ese año, además, que el Tribunal de la Libre Competencia (TDLC) aprobó con condiciones de la sociedad entre Endesa y Colbún.

Evaluación ambiental

En agosto de 2008, tras actualizar y rediseñar los aprovechamientos hidroeléctricos de las cuentas de los principales ríos de Aysén, la sociedad formada por Endesa y Colbún presentó el Estudio de Impacto Ambiental (EIA).

El proyecto fue encabezado por Hernán Salazar en calidad de gerente general. Sin embargo, en abril de 2010 llegó a la vicepresidencia ejecutiva de la empresa el entonces director ejecutivo de TVN, Daniel Fernández (PPD).

La evaluación ambiental, por su parte, fue larga. La Corema de Aysén entregó tres Informes Consolidados de Solicitud de Aclaraciones, Rectificaciones y/o Ampliaciones del EIA (Icsara), en el que se formuló un total de 4.041 observaciones. El último grupo fue entrgado en abril de este año.

En paralelo, a inicios de 2010, HidroAysén tomó el control de los aspectos relacionados al diseño de la línea de transmisión, ya que a fines de 2009 había vencido el contrato que mantenía con la canadiense Transelec. Esta vez se contrató al consorcio australiano GHD para llevar adelante el estudio del trazado de la línea de poco mas de 2.000 kilómetros. También se creó una gerencia de transmisión, para realiace el estudio de impacto ambiental.

Tras casi tres años, el 29 de abril pasado, el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) emitó el Informe Consolidado de la Evaluación de Impacto Ambiental (ICE) del proyecto, con lo que se pudo fijar la fecha para dar uno de los pasos más importantes en el desarrollo del proceso: la aprobación ambiental.