Restaurarán murales de Nemesio Antúnez en el ex cine Gran Palace

Las obras “Sol” y “Luna” serán parte de un nuevo centro de convenciones en la calle Huérfanos.

por Darío Zambra
(La Tercera – 21/04/2011)

Durante casi medio siglo, quienes bajaron por las escaleras del cine Gran Palace -convertido en el último tiempo en sucursal de la cadena Cinemundo- pudieron apreciar en sus descansos dos pinturas murales de grandes dimensiones, de más de cuatro metros de largo por 2,8 metros de ancho.

Quizás muchos de esos espectadores nunca lo supieron, pero ambas obras fueron creadas por el pintor y arquitecto chileno Nemesio Antúnez. Se llaman “Sol” y “Luna” y en ellas, el artista experimentó con una técnica que incorpora láminas e hilos de oro y plata en sus diseños. Fueron encargadas en 1955 por el arquitecto Alberto Cruz para alhajar este edificio de 10 pisos, que se encuentra en la calle Huérfanos casi al llegar a Morandé.

Hoy, en el ex cine, los dueños del hotel Gran Palace -que se ubica en los últimos tres pisos del edificio- están construyendo un centro de convenciones que contempla la restauración de estos murales. De hecho, en el lugar se están realizando trabajos de desmantelamiento y desde enero las obras se encuentran cubiertas con telas especiales que las protegen de la humedad y la luz.

“La idea es recuperar la impronta original de este lugar, que era un teatro para 1.300 personas. Entonces, estos murales son un plus para el proyecto”, asegura el arquitecto a cargo, Sebastián Infante.

En octubre del año pasado, Pablo Novoa, dueño del hotel, compró este lugar a Chilefilms, que operaba ahí con la cadena Cinemundo. Desde un comienzo, la intención fue restaurar estas obras, pero el proceso tomó más impulso en marzo, cuando el Consejo de Monumentos declaró Monumentos Nacionales estos y otros dos murales de Antúnez y que también están en el centro de Santiago: “Quinchamalí”, que se encuentra en la galería Juan Esteban Montero, ex cine Huelén, y “Cordillera”, ubicado en el foyer del Cine Nilo.

Infante afirma que la restauración comenzará en los próximos meses, una vez que el consejo dicte el decreto oficial. “Se encuentran bien conservados y sólo presentan deterioros menores producidos por el roce, el desgaste y utilización natural del espacio por el público y el personal del cine”, explica la encargada de la Comisión de Patrimonio Histórico del Consejo, Soledad Silva.

La situación de los murales del Nilo y el ex Huelén es distinta. El primero tiene dos grietas y su capa de yeso presenta cierta inestabilidad, mientras que el segundo tiene un avanzado estado de deterioro. Pese a esto, ninguna de estas dos obras tiene contemplado un plan de restauración.

Silva explica que los murales son una parte ínfima de la carrera de Antúnez. “Apenas hizo 15 en toda su trayectoria”, asegura. De esos, siete están en Santiago y sólo se conservan cinco.

El profesor de la Escuela de Arte UC Gaspar Galaz explica que, a mediados del siglo pasado, era común que los arquitectos encargaran obras para los edificios. “Estos murales se transformaron en hitos visuales de Santiago, porque cientos de personas los apreciaron mientras fumaban en los foyer de los cines”, remata el escultor.